Este domingo 13 de agosto, la crema y nata de la sociedad sahagunense, gente del común y la feligresía acostumbrada de la iglesia San Juan de Sahagún, abarrotaron la nave central del templo parroquial, para acudir al llamado que a través de las redes sociales hiciera la Ñoñomanía para orar y lanzar plegarias en favor de su líder, el senador Bernardo Miguel Elías Vidal, detenido por su supuesta vinculación en el ruidoso escándalo de Odebrecht.
Los enormes abanicos de pedestal y los locos instalados en las columnas laterales de la amplia bóveda resultaron insuficientes para contrarrestar el calor que a las cinco de la tarde ya debía empezar a replegarse, pero que aún hacía sudar a chorros a la multitud aglomerada, en un pueblo donde la gente no termina de acostumbrarse a sus 30° centígrados regulares de temperatura a la sombra.
Si la detención del senador Ñoño Elías y el proceso en su contra que le adelanta por estos días la Corte Suprema de Justicia, ocupan los principales espacios noticiosos, impresos, radiales y virtuales del país, en Sahagún, su tierra natal, no se habla de otra cosa.
En este punto, hay quienes lo cuestionan, pero haciéndoles contrapeso está una mayoría que clama porque el joven político salga ileso de este huracán que parece estar dispuesto a arrancar de raíz a cuanto árbol de corrupción se haya refugiado en su ojo de coimas.
Un análisis ligero permite identificar que los más de quienes lo atacan y señalan son precisamente aquellos estuvieron en la orilla contraria en pasadas campañas electorales. Uno de ellos, el dos veces aspirante a la Alcaldía del Municipio de Sahagún, Jorge “El Davo” Pastrana, manifestó en una entrevista concedida a Blu Radio “Estábamos enfrentados a una gran mafia”; lo que inmediatamente generó malestar entre los seguidores del sindicado senador, saliendo a restregarle por las redes sociales al ex aspirante Pastrana Sagre, que sus dos campañas se sirvieron de la financiación del polémico Emilio Tapias, condenado por los casos de corrupción en la Alcaldía de Samuel Moreno en la ciudad de Bogotá, siendo el más sonado el de la calle 26.
Para los simpatizantes de la Ñoñomanía es claro que los contradictores políticos de Elías Vidal quieren pescar en río revuelto y sacar provecho de la actual situación política y judicial del congresista de cara a los procesos proselitistas de 2018 y 2019. Escenario en el que pocos creen, si se considera que la detención y actual procesamiento al carismático senador está despertando el sentimiento popular de los habitantes de su pueblo, pudiendo desembocar en un respaldo masivo, del que muchos auguran, se traducirá en votos en las próximas contiendas políticas. En este sentido, ya es común escuchar en Sahagún y replicar en las redes sociales: “Yo voto por quien diga el Ñoño”.
La concurrida asistencia a la misa de acción de gracias por la libertad y absolución del procesado líder puede entenderse como una señal de ese movimiento que puede parecer inversamente proporcional para los ojos del país, más no para un pueblo agradecido con la gestión de Bernardo Miguel, gracias a la cual emprendió la trasformación urbanística que en menos de diez años lo llevó a convertirse en el segundo municipio del departamento de Córdoba, después de su capital Montería.
Hoy por hoy, Sahagún luce como un municipio limpio y ordenado, servicios públicos significativamente mejorados y una envidiable infraestructura pública. A parte de las ya mencionadas obras del Parque Estadio Municipal, el Coliseo Cubierto de Boxeo, la Terminal de Transportes, la Plaza de Mercado Minorista, y la Ciclorutas, también se hizo una muy buena inversión en sus avenidas y parques, convirtiéndose, si no en la única, en una de los muy pocas ciudades del país a la que le demolieron el cien por ciento de sus parques, doce en total, para levantarlos completamente nuevos.
El pueblo de Sahagún siente que tiene mucho que agradecerle a su senador y ya se escuchan las voces de respaldo. El procesado líder tendrá que responder ante la justicia por sus posibles culpas y purgar las penas que le puedan ser impuestas. Los cachacos y gran parte del país podrán celebrar que se le halle culpable y se le condene, pero en su tierra natal no van a dudar en aferrase a lo humano y a lo divino para resguardar a quien sigue siendo su líder natural.
