Ayer en la feria de Arbo anunciaron una muy buena noticia: los artistas colombianos serán protagonistas el próximo año en la feria de ArcoMadrid. Otra plataforma más universal que girará en torno al país invitado.
La feria como siempre tiene de todo. Primero, la participación de las 66 galerías, donde debemos aceptar que a las nacionales les dan los mejores lugares mientras que las extranjeras quedan muy a la deriva. Cosa que no creo correcta si nos interesa ser más internacionales. Los capítulos nacionales dentro de la feria: Artecámara es realmente una vergüenza ajena, artistas jóvenes proponiendo bobadas incoherentes: una bolsa de arena en el piso, fotos porno, casa verde con contexto desarticulado. En fin, una serie de errores que sigue cometiendo la feria que ya cumple diez años gracias al apoyo de la Cámara de Comercio.
El otro capítulo pero interesante y bello de se llama Referentes donde, aunque se trata de una versión latinoamericana, acaba siendo una selección de buenos artistas colombianos. La participación del venezolano Jesús Soto es memorable en toda la feria. Un penetrable en el capítulo de Referentes y toda otra selección que trajo la galería de León Tovar de Nueva York. Un artista clásico dentro de la geometría óptica que puede ser el mejor artista del mundo en el siglo XX. Su geometría óptica, lírica y musical ha trascendido las barreras de su muerte para ser uno de los grandes. Para seguir en esta misma galería, tiene un Roberto Matta de la mejor calidad. Fue un chileno que en Nueva York hizo parte de la revolución Surrealista y dentro de ese mismo camino pero más picassiano también tiene un Wilfredo Lam que conquistó al mundo desentrañando sus historias de la Cuba negra de su madre con un padre chino.
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- Jesús Soto, Galería León Tovar
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- Los Carpinteros, Galería Peter Kilchmann
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- Wilfredo Lam, Galería León Tovar
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- Eduardo Ramírez Villamizar, Galería Durban Segnini
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- Niki de Saint Phalle, Galería Nohra Haime
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- Luis Fernando Peláez, Galería Sextante
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- Héctor Zamora, Galería Luciana Brito
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- Jaime Franco, Galería El Museo
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- Fernando Arias, Galería Eduardo Fernandes
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- Pedro Ruiz, Galería Beatriz Esguerra
La verdad, los colombianos superaron la calidad. Entre otras cosas porque las galerías extranjeras incluyeron en sus muestras a colombianos que es su mercado natural. La galería Durban Segnini de Miami trajo los buenos clásicos de colombianos y latinoamericanos. La buena pintura que ya casi no existe viene sublime con dos cuadros del peruano Fernando de Szyszlo, la otra versión que también se nutrió de arte precolombino es la del colombiano Eduardo Ramírez Villamizar. Otras con contundencia que tienen apoyo en la historia al lado de jóvenes del mundo en donde las técnicas no han sido establecidas porque parecen monitos de pastel de azúcar o, adornos tejidos para penes.
Los colombianos como Jaime Franco, con su pintura en barro donde recoge los vestigios de una pared con sus construcciones maravillosas que retoma al artista renacentista Rafael Sanzio. Son extraordinarias piezas que manejan materiales heterodoxos pero donde se siente la solidez de la propuesta artística. Otro buen artista de la feria es Fernando Arias, a quien representa una galería extranjera, y retrata como siempre la bestialidad de la violencia colombiana mientras nos matamos nosotros mismos.
Ya en una bella cumbre de la Vanguardia están el grupo cubano Los Carpinteros. Siempre tienen excelentes propuestas, siempre son actuales y manejan la modernidad con altura y dignidad de rebeldes, y una artista que fue siempre lúdica y rebelde en su tiempo pero que hoy es ícono es la obra de Niki de San Phalle, representada por la galería Nohra Haime de Nueva York.
Aunque nos queda todo por decir, seguiremos con las otras sucursales de la feria y las excelentes exposiciones que tienen los galeristas en Bogotá.
