Hay canciones que son poemas en sí mismos y pareciera que no hace falta música para disfrutarlas; pero cuando quien escribe también canta, la música ya resulta imprescindible y las palabras trascienden más allá de su sonoridad.
Es lo que pasa cuando encuentras versos como estos:
“Vengo de una tierra
que le sobra corazón y voluntad,
sueño con el día en que
le sobre la razón para cantar.
Vengo de un lugar,
de una región que está embrujada
por los indios que se niegan
a alejarse de su raza.
Llevo 20 años aprendiendo a valorarla
y en los tiempos de mi infancia
parecía tener más magia.”
Suenan los acordes de una guitarra y al micrófono se pone una mujer delicada y bella como su voz… El público cierra los ojos y se deja llevar. Poco importa qué lugar esté evocando la canción, todos nos sentimos plenamente identificados con ese sentimiento de desarraigo y nostalgia que nos acompaña cuando vemos nuestra bandera ondeando en tierra ajena. Aplausos interminables y una cantante emocionada sobre el escenario que detalla el nombre de ese bambuco que acaba de generar un éxtasis colectivo: ‘Confesión’.
Ella, que se llama Marta Gómez, ganó el premio de composición Alex Ulanowsky por su ‘Confesión’ y ya tiene un lugar de honor entre los cantautores latinoamericanos. Podríamos decir que se graduó con honores de la prestigiosa Berklee College of Music, que recibió la beca Best Achievement o que cantó al lado de grandes como Mercedes Sosa, pero nada de eso permitiría describir la sensación que produce escucharla.
Los medios especializados la definen como “voz exquisita” o “talento excepcional con voz sublime”. Incluso hay quienes se atreven a llamarla “la Norah Jones colombiana” o la “Violeta Parra del Siglo XXI”. Puede que las etiquetas ayuden a describirla, y está claro que quienes la han oído, la valoran por su impecable interpretación.
En Israel, en Sudáfrica, en Estados Unidos, en España, en Alemania, en Suecia… Marta Gómez llena auditorios de gente que va más allá de su música y quiere saber sobre sus orígenes, sobre esa Colombia herida pero al mismo tiempo apasionada, que ella sabe entregar a su público en forma de melodías con toques de folclor.
Y cuando llega a Latinoamérica, su tierra, la canción se hace más viajera y más arriesgada que nunca. Su público sabe quererla por lo que transmite y sus amigos se unen a ella en interpretaciones que resultan inolvidables: Georgina Hassan, Pedro Aznar, Idan Raichel, Alejo García, Bonnie Raitt… entre muchos otros.
Seis discos publicados, canciones suyas incluidas en cinco compilaciones de la talla de ‘Women of Latin America’ o Women of the World y participación en siete discos de diferentes artistas de la escena World Music, convierten a Marta Gómez en un referente contemporáneo de la música de autor.
Un alto en el camino y una buena noticia: Marta Gómez estrena séptimo disco. Se llama ‘Este instante’ y cuenta con la participación de grandes como Martirio, Andrea Echeverri y Anat Cohen. Y está cargado de jazz, gracias a la producción de Juan Andrés Ospina. Y es una delicia escucharlo porque está lleno de historias sencillas y cotidianas, revestidas de esperanza.
La artista dejará ver este trabajo en una gira que incluye seis países (España, Venezuela, Ecuador, Colombia, Argentina y Chile) y siete ciudades colombianas: Bogotá, Cali, Medellín, Bucaramanga, Pereira, Calarcá y Tunja.
El Tour América 2014 llegará a Medellín el 23 de octubre en una única presentación en el Teatro Pablo Tobón Uribe. Al escenario subirán grandes artistas locales como Pala, Alejo García y Claudia Gómez y -como gran momento de la noche- se espera la interpretación conjunta de ‘Para la guerra nada’ así como la actuación especial del Coro Cantoalegre.
Para la guerra nada
Este año, más allá de su producción musical, Marta hace ruido en las redes sociales.
“Una noche después de leer mucho acerca del conflicto entre Israel y Palestina, un pensamiento claro se posó en mi mente: ¡cuánta creatividad desperdiciada hay en una guerra! Esa misma semana había asistido al Cirque du Soleil y el espectáculo empezaba con un niño elevando una cometa. Pensé algo parecido: ¡cuánto talento y tiempo invertido en un objeto que tiene como único fin hacernos felices! Enlazarlos fue sencillo: cuán distinto sería el mundo si todo nuestro esfuerzo estuviera dirigido a inventarnos cosas para alegrar la vida.
Al día siguiente puse un post en mi página preguntándoles a mis seguidores cuáles pensaban que eran los mejores inventos de la humanidad. Llegaron cientos de ideas y a partir de ellas compuse la canción”. Así narra Marta Gómez el comienzo de esta aventura que no para de crecer.
Primero fue Julio Serna -su compañero y manager- quien propuso hacer de la canción un proyecto circular al que rápidamente se unieron cantantes de diferentes países como León Gieco, Georgina Hassan, Pedro Aznar, Víctor Heredia, Piero, María Mulata y Alejo García, entre muchos otros. Cada uno envió sus propias grabaciones y, eran tantas, que fue necesario editar dos videos, que ya llevan más de 60 mil visualizaciones.
Luego, las redes sociales hicieron su propio trabajo y hoy en día en el grupo de Facebook ‘Para la guerra nada’ se contabilizan casi siete mil personas de diferentes rincones del mundo que han colaborado con poemas, coros, audios, videos, dibujos, fotografías y toda clase de creaciones artísticas.
‘Para la guerra nada’ se ha convertido en un grito colectivo en contra de la violencia en todas sus formas y un llamado a la creatividad en favor de la vida.
Sin los afanes de la fama ni el ruido masivo que suele acompañar a los artistas, Marta Gómez se sabe mover por aguas tranquilas pero profundas. Si la va a oír por primera vez, cierre los ojos y déjese llevar: las palabras se convertirán en aliadas imprescindibles de la música para formar un conjunto excepcional. Si ya la ha oído antes, relájese y entréguese al privilegio de disfrutarla una y otra vez.
Video de ‘Este instante’, primer sencillo del disco ‘Este instante’
*Por:
Zulma Andrea Sierra Bedoya
Revista Cronopios
