Una vez se destapó el escándalo de Interbolsa en octubre sus accionistas mayoritarios salieron a vender propiedades escrituradas a sus nombres como personas naturales. Lo hizo Víctor Maldonado y lo hizo Rodrigo Jaramillo, Presidente de Interbolsa. Se sabe por ejemplo de la venta de su casa de playa en un condominio en el Golfo de Morrosquillo, a hora y media de Cartagena, a mediados de diciembre de ese año por un valor superior a los $ 500 millones. La venta fue rápida, previa a la primera declaración ante la Fiscalía que debían rendir el 10 de enero. El superintendente de sociedades, Luis Guillermo Vélez, está rastreando todas estas ventas veloces porque la Ley permite embargar los bienes y propiedades vendidas hasta 18 meses antes de la intervención.
Igual sucederá con transacciones que realizó Víctor Maldonado entre familiares y amigos para asegurar sus bienes. Precisamente por eso, hay muchos bienes suyos en los que es de público conocimiento su participación accionaria como Foto Japón, la cadena de pizzerías Archies o el Hotel Santa Clara de Cartagena que no han podido ser embargados. La cacería de la Super apenas comienza.
