No cabe duda de que el partido de la abstención ocupa un lugar importante en las elecciones políticas y presidenciales. Hoy en día el significado del voto ha cambiado: ha perdido esa aura casi romántica de "sacralidad" vinculada a la conquista de la libertad y los derechos humanos o de salvaguardia contra la opresión del sistema. La abstención y la desconfianza general hacia la élite política, los partidos revelan el descontento, la frustración e incertidumbre de la ciudadanía por lo que respecta a la percepción creciente de impunidad absoluta, inseguridad y corrupción, lo que está contaminando la legitimidad de las instituciones públicas. El problema no es la sociedad civil, sino más bien la política, verdadero antídoto contra la abstención: ya que el voto es un derecho y no una obligación.
Quién es ella:
Tiene 21 millones de militantes y casi llega al 63 por ciento. Es el primer movimiento político en el país y va a seguir creciendo en los próximos años. Muy pocos hablan del partido de la abstención, de la protesta silenciosa, del pueblo soberano de los no votantes, del voto blanco, voto nulo, pero no cabe duda de que el verdadero protagonista de la campaña electoral y de las elecciones políticas y presidenciales es la abstención. Para dar un ejemplo concreto, en el histórico plebiscito por el proceso de paz, de casi 35 millones de votantes habilitados, solo salieron a votar unos 13 millones a las urnas.
Aunque no hay números disponibles: la abstención ya ganó las elecciones. Roba votos tanto a la derecha como a la izquierda, incluso al centro. Ya conquistó dos ciudadanos de tres. Además, es probable que en las próximas semanas aumente aún más su consentimiento. Para poner un ejemplo de la gravedad del abstencionismo en Colombia en comparación con algunos países de la Unión Europea. En las elecciones de 2017 celebradas en 4 países clave de la UE (Alemania, Francia, Holanda y Austria) el porcentaje más alto de abstención en la UE fue en Alemania, con el 25.4% y en Francia con el 22.23%. En los Países Bajos la abstención se detuvo al 18% y en Austria al 20,6%. Es decir, 4 electores entre cinco votaron efectivamente.
El porqué:
La lista de razones domésticas que fomentan las conductas de abstención podría ser:
• Se interrumpió la cadena de confianza que conecta los votantes con las decisiones del gobierno y el Congreso.
• Las fuerzas políticas, cuya misión es recoger las intenciones y necesidades de los votantes y representarlos dentro de las instituciones, son ineficaces e inútiles con respecto a la tarea encomendada: su incapacidad conduce a la inutilidad.
• Los privilegios de la casta.
• La captura del Estado que se manifiesta en la gran corrupción.
• Toda vez que un líder político se lanza en una promesa inverosímil, los nuevos votantes, cada vez más desorientados, eligen desertar de las urnas.
• La dificultad para entender las transformaciones políticas, como, por ejemplo, divisiones, recomposiciones y alianzas, y otros bizantinismos, lejos de los intereses concretos de los ciudadanos, hacen que prevalezca la abstención "fisiológica", es decir la desconfianza y el rechazo, pero también tienen un significado "sancionador" contra los partidos.
• Algunos factores comportan una fuerte abstención, a saber, la crisis económica, la inseguridad, la impunidad y la corrupción que afecta las condiciones de vida de la población. La alta deuda pública que causa un marcado deterioro de la situación económica de una gran parte de la población (impuestos, reducción de las pensiones), etc.
Quiénes son:
El fenómeno de abstencionistas es amplio y heterogéneo. Entre los ciudadanos que han dejado de ir votar, se podrían registrar diferentes perfiles:
a) El enfadado/enfurecido.
b) El decepcionado.
c) El irrecuperable/consolidado.
Hay quienes nunca han ido a votar y ni siquiera saben que las políticas serán en marzo y las presidenciales en mayo. A otros les gustaría tomar partido, pero aún no han encontrado el partido adapto. Los abstencionistas enfurecidos son el grupo más numeroso. Los abstencionistas decepcionados no tienen una hostilidad hacia el voto.
Una encuesta encargada por la fundación Carta Magna y presentada el 24 de enero en Roma concentra la atención sobre los abstencionistas poniéndose las siguientes preguntas: ¿quiénes son?, ¿qué piensan? y ¿cómo recuperar la participación electoral de los muchos ciudadanos que se adhieren al partido de la abstención?
Corresponderá a los líderes políticos motivar a los votantes menos apáticos. Solo hay unas pocas semanas para llevarlos a las urnas.
