Llega la hora en la que toda persona, sea profesional o no, inicia esa ardua y laboriosa tarea de conseguir un empleo. Páginas como elempleo.com o la misma red social LinkedIn se han convertido en espacios que crean puentes y vínculos entre personas deseosas o necesitadas de un trabajo y empleadores que buscan sumar miembros a sus empresas.
En este contexto, la empresa más grande de Colombia (el Estado) sacó a relucir que también podía usar una tecnología como las ya mencionadas, para ofrecer una amplia gama de empleos y facilitar el acceso a estos. Dicha tecnología la conocemos Comisión Nacional del Servicio Civil (CNSC), la cual está representada por su plataforma SIMO (Sistema de Igualdad, Mérito y Oportunidad).
La idea es muy sencilla. Usar estas plataformas para facilitar el acceso a la oferta de empleos que el Estado tiene, esto por medio de convocatorias y la venta de derechos para las mismas. En principio es un idea clara, democrática y pertinente en un país con un desempleo como el que tiene Colombia, no obstante, detrás de la CNSC se esconde algo oscuro, algo que la asemeja a las pirámides que fueron tan polémicas años atrás.
Los motivos por los que hago tal afirmación es que a pesar de ser una buena idea, la CNSC tiene las dos siguientes problemáticas.
- Falta de claridad en las convocatorias: El sistema es claro, partamos de eso. La información del empleo es más que precisa, al igual que la clasificación por tipos y niveles (Según educación y experiencia). A pesar de eso, las convocatorias al ser abiertas no parecen tener fechas claras acerca de cuando se cierran o se harán las pruebas, y sí hay claridad de fechas, se mueven una y otra vez.
- Siguen existiendo privilegios para otros: A pesar de tener como lema el ya mencionado "Igualdad, Mérito y Oportunidad", no es de sorprender que existan personas que acceden a las plazas de empleo sin haber pagado o creado una cuenta en el SIMO. El típico que tiene a un amigo o un familiar que le puede facilitar. A mi no me disgusta que existan esas "ayudas", dado que en muchas ocasiones eso mete gente con excelentes capacidades y/o pertinentes en las instituciones, pero sí debe existir un equilibrio entre eso y el lema de la CNSC, y más cuando quienes son privilegiados no cumplen con los criterios de idoneidad.
Estos dos asuntos generan que la gente pague sin saber si verá o no "los frutos de esa plata". La CNSC se está llenando de plata de miles y miles de personas en miles y miles de convocatorias en donde se pagan entre $25.000 a $35.000. Haga cuentas.
Poniéndome como ejemplo. En la convocatoria en la que participé había en promedio 50 personas en 1 de las casi 100 plazas que había para 1 de las casi 20 instituciones que estaban en esa convocatoria.
Como yo, he sabido de muchos compañeros, colegas y amigos que han pagado y nunca han recibido un correo, una llamada o alguna alerta en el SIMO. Es por eso que este escrito tiene como objetivo llamar la atención para que se investigue o se aclare esta situación, dado que a simple vista la CNSC parece ser una captadora de dinero masiva de carácter estatal. Me pregunto si es que no basta con los impuestos que hay la necesidad de crear un sistema que se aprovecha de la necesidad e ilusiones de la gente para recaudar dinero.
