La Federación Colombiana de Educadores (Fecode), presentó reparos al nombramiento de Gina Parody en el Ministerio de educación. Los maestros apoyaron la reelección del Presidente Santos, razón por la cual una vez formalizado el nombramiento, las instrucciones del Presidente a la ministra fueron buscar armonizar las relaciones y propiciar puntos de encuentro entre el gobierno y el magisterio. De antemano se sabe que habrá un aumento salarial buscando acortar la brecha entre los ingresos actuales y las expectativas de los maestros, pero sobre la base de que éstos permitan ser evaluados. Luis Alberto Grubert, cabeza de Fecode responde.
Como cabeza de la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), ¿Qué opina sobre la situación actual del magisterio en Colombia?
Luis Grubert (L.G): Las condiciones de vida de los maestros son precarias, debido a que el salario con el que se les remunera no corresponde al de un profesional. Hay estudios que demuestran una diferencia, un desfase, entre el 18 y el 22 por ciento del salario de un maestro con el de cualquier otro profesional al servicio del Estado, debe haber una nivelación.
También, existen ciertas dificultades de carácter nacional. Hay que reevaluar la formación inicial del maestro, la infraestructura en la cual enseña, entre muchas otras cosas. Es necesario hacerle un reconocimiento al docente que no se quede en solo palabras por parte del Gobierno, hace falta que ejecuten actos que reconozcan a los profesionales de la enseñanza por parte del Estado.
¿Esta situación se ve reflejada en el resultado de las últimas pruebas Pisa?
(L.G): No, en primer lugar las pruebas Pisa muestran el fracaso de la política educativa del gobierno, de quienes las diseñaron; las pruebas pisa no recogen el contexto de nuestra realidad, es más la medición de un proyecto educativo que obedece a propósitos de multinacionales por imponer un tipo de trabajador particular, con unos requerimientos que están totalmente alejados de la realidad de nuestro país.
Es tal la descontextualización de estas pruebas, que se les preguntó a los estudiantes de Barrancominas, Guainía -un corregimiento pequeño y alejado de grandes ciudades- problemas de lógica con semáforos, cuando allí no existen esos aparatos.
¿La educación tomará un rumbo distinto con el nombramiento de Gina Parody como ministra?
(L.G): El problema no es el quién, es el cómo. Si no se construye un buen modelo de educación todas las falencias seguirán ahí. Lo que le molesta a la Fecode, y al magisterio en general, es que diseñen una política educativa “pública” sin consultarnos. Además, si esa política llega a fracasar, de una u otra forma los maestros seremos los primeros acusados en tener la responsabilidad.
El Gobierno anunció una inversión millonaria para la educación, ¿Esto es fundamental para que Colombia dé el salto hacia una mejor calidad educativa?
(L.G): Más allá de lo que presupuestaron, falta mucho para solventar lo que el Gobierno no hizo antes, para enmendar lo que ha abandonado desde hace ya varios años. El estado de las universidades públicas y de los colegios, los precarios salarios a los maestros, la falta de ayudas tecnológicas y didácticas, son ejemplos que hablan por sí mismos del panorama de la educación actual, los cuales no auguran éxito académico.
Lo que a hoy está presupuestado para educación no es suficiente. A pesar de esto, se le da prioridad al pago de la deuda. Por tanto, no se está haciendo la inversión social que el país necesita en materia de educación.
¿Las becas otorgadas por multinacionales obedecen a intereses particulares y no incentivan la educación?
(L.G): Un empresario privado haría exactamente eso. En lo personal, no creo en las “bondades” de las multinacionales, piensan exclusivamente en la ganancia. Eso reivindica nuestra misión, la de hacer valer la educación como derecho.
¿Qué deja la ministra saliente, María Fernanda Campo, en materia educativa? ¿Cómo calificaría este relevo en la dirigencia del ministerio?
(L.G): María Fernanda Campo deja lo que el Gobierno Santos ha venido construyendo, una educación no concebida como un derecho, sino como un negocio privatizable. Este relevo obedece a un cambio de forma, no de contenido. Gina Parody continuará con las políticas que María Fernanda Campo adelantó en el Ministerio.
María Fernanda Campo y Ginna Parody
¿El prestigio de un maestro debe estar condicionado por la evaluación por competencias?
(L.G): No, su prestigio debe estar condicionado por un reconocimiento de carácter social en directa relación a la satisfacción de las expectativas y necesidades de los estudiantes. En la evaluación por competencias no se tiene en cuenta el proceso del docente.
Se dice que la reforma educativa que implementará el Gobierno únicamente se enfoca en el maestro.
¿El docente es el culpable de los problemas que hoy tiene la educación?
(L.G): No, el docente tiene una responsabilidad escolar, pedagógica, muy importante en la cual ve de primera mano qué están aprendiendo los estudiantes y qué no; en relación a las fortalezas y debilidades de la educación. Sin embargo, el Gobierno tiene la responsabilidad, aún más grande que la del maestro, de diseñar los programas educativos a seguir por los profesores, por lo que el magisterio está subyugado a lo que el ministerio considere bueno implementar, por su calidad de ejecutor de las políticas educativas.
Finalmente, en palabras de Grubert, la educación en Colombia tal y como está planteada no podrá tener éxito alguno, es un problema de fondo, no depende de la figura presidencial o ministerial de turno, no son los maquinistas, son los rieles lo que se deben cambiar.
