Gabriel, el hermano de Rodolfo Hernández que se lo inventó, pero terminó abriéndosele

Gabriel, el hermano de Rodolfo Hernández que se lo inventó, pero terminó abriéndosele

Fue el cerebro de la campaña que lo llevó a la alcaldía con el slogan Ética, Lógica y Estética, se hastió del poder y regresó a lo que le gusta: filosofía y arte

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enero 27, 2022
Gabriel, el hermano de Rodolfo Hernández que se lo inventó, pero terminó abriéndosele

En el 2015, Rodolfo Hernández decidió volver a incursionar en la política después de haber sido concejal de Piedecuesta en los años 90, esta vez lanzándose a la Alcaldía de Bucaramanga y tras una exitosa carrera empresarial. A la primera persona que buscó fue a su hermano Gabriel, a quien le pidió ayuda para armar la campaña. Aceptó con una condición: hacer las cosas a su estilo y así fue. Gabriel se convirtió en el ideólogo de su movimiento: Ética, Lógica y Estética; la ética que venía de su papá, un campesino secuestrado por las Farc, la lógica que representaba el razonamiento que debía tener el futuro mandatario y la estética estaba asociada con la armonía y proporcionalidad que debía reinar sobre todas las esferas.

La propuesta de Gabriel nació de las ideas de su mentor, Emmanuel Kant y su imperativo categórico, o más conocida como ley moral, un concepto filosófico con el que pretendían derrotar a las mafias y vencer la politiquería tradicional de Bucaramanga. Una filosofía similar al de Antanas Mockus. El equipo de Rodolfo Hernández protestó enfurecido, seguro de que el concepto propuesto por su hermano iba a ser un fracaso, algunos inclusive renunciaron. Hasta el publicista argentino Hugo Alfredo Vásquez Exposito, mano derecha de Rodolfo desde la década de los 90, no estaba de acuerdo con la Ética, Lógica y Estética. Ni así Rodolfo refutó la estrategia de su hermano.

Gabriel fue el creador de Lógica, Ética y Estética, la estrategia que llevó a Rodolfo Hernández a la alcaldía

Gabriel Hernández es un humanista y un devorador de libros empedernidos. Aunque también estudió ingeniería civil como su hermano Rodolfo, sus vidas tomaron rumbos diferentes. Rodolfo se dedicó a su emporio HG Construcciones, la constructora con la que ha amasado una gran fortuna que, según él, está avaluada en más de $100 mil millones pero que en unos meses pasará a ser $88 mil millones pues destinó $12 mil millones en su campaña presidencial.

El mundo de los negocios no va con el estilo de vida de Gabriel, si pudiera devolver el tiempo, nunca estudiaría ingeniería civil, una carrera que ejerció durante más de 20 años, pero de la que se hartó. Para él, una persona rica es un imbécil que se dedica a hacer plata, por eso, se dedicó a estudiar filosofía, semiología y hoy es uno de los pocos críticos de arte que existen en Bucaramanga.

Gabriel Hernández es un amante de los libros y coleccionista de arte Crédito: La Silla Vacía

Gabriel quería que Rodolfo llegara solo a la alcaldía, sin pactos ni alianzas, sin ayuda de concejales y sin nada que luego lo obligará a pagar con favores políticos que lo obligará a caer en corrupción. Le exigió hacer encuentros políticos a diario únicamente en su apartamento de Bucaramanga. No serían reuniones sino almuerzos que servirían para dialogar. Más de 17 mil personas de todos los estratos sociales de Bucaramanga visitaron la casa de Rodolfo. En ese entonces, el expresidente Uribe apoyó su candidatura, pero siguiendo las instrucciones de su hermano, Rodolfo declinó de cualquier acercamiento con él o el Centro Democrático.

Rodolfo Hernández llegó a la alcaldía sin tener maquinaria política

Con 70 años, casi inexperto en política, pero con Gabriel como cerebro de su campaña, en octubre de 2015 Rodolfo Hernández ganó la alcaldía con 77.216 votos, superando a Carlos Ibáñez, un candidato curtido del Partido Liberal que punteaba en las encuestas, y a quien logró sacarle 4.784 votos de ventaja.

Gabriel se convirtió en el consejero del alcalde de Bucaramanga. Lo acompañaba a las ruedas de prensa, a las emisoras de radio y a las reuniones con los líderes barriales y ediles de la ciudad. Sin embargo, el primer problema que tuvieron se remonta a una promesa de campaña que Rodolfo, sin autorización de Gabriel, hizo a los bumangueses pero que nunca les cumplió. Entregó en barrios estrato 1, 2 y 3 de la ciudad una carta de compromiso en el que les prometía dar 20 mil viviendas a las que llamó ‘hogares felices’ y además garantizaría a un miembro de ese nuevo hogar un empleo en el que le pagara un salario mínimo. Nunca se hizo ni una de las 20 mil casas y tampoco hubo un trabajo para cada casa. Esta fue la primera ruptura entre los hermanos.

En esta carta, Rodolfo Hernández en su campaña se comprometió a dar 20 mil viviendas a población estrato 1,2,3

Ya en el poder, Rodolfo tuvo fuertes discusiones con su equipo asesor, pero no con sus asesores argentinos de vieja data, sino con Ruby Morales y Matilde Muñoz Lasprilla, quienes se sorprendieron del abrupto cambio que sufrió el alcalde mientras su hermano Gabriel se convertía en el paño de lágrimas de los que eran maltratados por él. Las discusiones en la alcaldía se convirtieron en batallas campales, Rodolfo Hernández insultaba a sus empleados como un energúmeno. La abogada Magola León, quien era su jefa de Control Interno Disciplinario, se enfermó de estrés laboral al punto que tuvo que renunciar a su cargo. Pero la gota que rebosó el vaso fue la fotografía que Rodolfo se tomó con Jorge Gómez Villamizar, un liberal serpista, en su posesión como contralor de Bucaramanga, sumada al acercamiento entre Rodolfo y otro alfil liberal, el congresista Édgar Gómez, conocido como El Pote.

No pasaron más de seis meses para que Gabriel Hernández renunciará a la alcaldía y se retirara, una decisión que cayó como una patada en el estómago a los asesores y funcionarios de la Alcaldía de Bucaramanga, que eran más afín con los ideales del filósofo que a los del mismo alcalde. El motivo del rompimiento de la relación fueron las alianzas que terminó haciendo Rodolfo en el gobierno que tanto le había aconsejado en campaña nunca replicar cuando estuviera en el poder.

Gabriel Hernández se alejó de la vida pública, no volvió a hablar con su hermano durante dos años, se dedicó a su colección de arte y a seguir estudiando filosofía hasta que en octubre de 2018 apareció nuevamente reclamándole a su hermano el uso ilegal que le estaba dando a su creación de Lógica, Ética y Estética, y le prohibió usarlo. El alcalde de Bucaramanga no tuvo más remedio que cambiar su logo.

Gabriel le exige a su hermano no usar el logo Lógica, Ética y Estética que creó para su campaña a la alcaldía

Sin Gabriel en el camino, Rodolfo fue cultivando una imagen al mejor estilo de un zar anticorrupción, cambió el ideal kantiano por un nuevo lema: no mentir, no robar, no traicionar, con el que se fue a los gritos, a los madrazos y hasta a los golpes como sucedió cuando le propició una cachetada al exconcejal John Claro.

Rodolfo Hernández le propició una cachetada al exconcejal Jhon Claro que lo volvió viral en redes sociales

Hoy, Rodolfo Hernández es el candidato presidencial que puntea en las encuestas después de Gustavo Petro, pero no tiene a su lado a su hermano más cercano que logró llevarlo a la alcaldía de Bucaramanga con una ideología filosófica en la que nadie creía.

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