Para quienes no sabemos de control político, porque eso es para los “dotores”, o porque sencillamente también sabemos trabajar en algo distinto a “chupar de la teta” del Estado; para los que se la pasan viendo televisión o en internet la vida de las estrellas que jamás podrán tener; para quienes no les interesa el tema estatal, o para esos CORRUPTOS de la nueva “generación” que citan a Jaime Garzón pero falsifican documentos y certificaciones para acceder a cargos públicos, hago la siguiente pregunta: ¿de verdad quieren que el país cambie?
Nada es más molesto que la falsa profecía, pero todo indica que las próximas elecciones estarán cargadas de grupos religiosos, cristianos, católicos… Quien logre convencer de que Dios está con él, será el próximo presidente de Colombia; así mismo, llegarán representantes a la cámara y “cenadores”, perdón, senadores (es que como se la pasan tragando, mecateando cositas, engullendo como víboras, cenando, me confundí). En la plaza pública y en las iglesias seguirán arrodillados, repartiendo bendiciones: “Dios bendice esta tierra, bendice esta gente”; mientras piensan para sí mismos: “bendíceme a mí para llenarme los bolsillos a costillas de estos”.
Hoy, desde este espacio, le ofrezco excusas al señor Contralor: debo reconocer que soy ignorante en temas de control político, fiscal, disciplinario, penal, administrativo y sancionatorio, como me lo recordó una abogada cuando me llamó “ignorante” en mi cuenta de Twitter @mao77mm. Me dio tanta rabia que le prohibí hacerlo porque no le he dado confianza a ella, y como una forma de protesta enérgica y contundente le pedí que se dirigiera a mí con respeto y me llamara “Don Ignorante”.
Realmente no sé muy bien cómo funciona el tema de responsabilidad fiscal, pero con su conocimiento y experiencia se puede llegar a las sanciones e inhabilidades que se requieran para evitar el continuo desfalco al que viene siendo sometido el departamento. Claro que la única exigencia de mi parte es que me brinden protección, para mí y mi familia, porque normalmente los hampones van escalando en su nivel de delitos para callar y ocultar sus fechorías. Si no conoce a nadie de la Unidad Nacional de Protección, yo le indico, es fácil: la asistente del gobernador de Boyacá Carlos Amaya, la señorita Yésica Cifuentes, trabajó allí; tal vez le pueda pasar un contacto.
Si decide ayudarme con el tema de protección, será mucho pedir, digamos un apartamentico de esos de 120 metros cuadrados que administra la Lotería de Boyacá justo al lado del hotel Hunza, digo, no es que esté pidiendo que saquen al hermano del gobernador, John Amaya (ya sé que cualquiera tiene derecho a tener un apartamento de soltero, faltaba más, pero es que por ese arriendo tan barato con esa área y en ese sitio, es una ganga) ya que al parecer el señor John Amaya vive plácidamente allí.
Me despido señor Contralor, no sin antes advertirle que según la Resolución N° 001 de 2017 se asignaron 120 subsidios departamentales de vivienda de interés social, que en mi opinión deberían servir para ayudar a personas, especialmente en condiciones de vulnerabilidad: madres cabeza de hogar, ancianos, desplazados, familias; pero el ruido es que muchos, muchísimos participantes son contratistas de la entidad, incluso profesionales con dos contratos, solteros y sin hijos. La resolución tal vez la consiga fácilmente con la misma asistente del gobernador de Boyacá, la señorita Yésica Cifuentes, casualmente aplicó para el subsidio ¿Sumercé de casualidad la conoce? Son los bendecidos del señor… del señor gobernante, quiero decir. La confianza de ellos ¡también está en Dios! (Resolución San Jerónimo)
Ñapa: La única exigencia de mi parte es que me brinden protección, para mí y mi familia, porque normalmente los hampones van escalando en su nivel de delitos para callar y ocultar sus fechorías.
Responsabilizo desde este momento por mi integridad física al Gobernador de Boyacá y sus amigos, quienes en un acto de bajeza, típico de su actuar, solicitan enfrentamientos cara a cara y ya empezaron una campaña completa de desprestigio en mi contra, situación que ya se puso en conocimiento de la Fiscalía General de la Nación.
