Los músicos de la Orquesta Filarmónica de Bogotá hicieron una de sus maravillosas presentaciones, pero esta vez en un espacio diferente al habitual: el Concejo Distrital. Con su repertorio de música sinfónica, la Orquesta decidió participar de forma activa en la discusión sobre el plan de cultura que se incluirá dentro del Plan de Desarrollo de la actual administración. Se trata de poner en debate la inclusión de una sede propia para la Orquesta, que ha realizado su excelente trabajo de forma itinerante, desde que fue fundada en 1966.
Luego de escuchar a gestores culturales de diferentes áreas, incluyendo a Fabio Londoño, flautista de la Orquesta Filarmónica, así como la intervención musical de la Banda Filarmónica Juvenil y a algunos concejales, se pudo evidenciar la importancia que tienen diferentes temas culturales para el Concejo de Bogotá, incluida la Orquesta Filarmónica, a través del cuestionamiento sobre la falta de sede propia para esta entidad que está próxima a cumplir 50 años de existencia.
El concejal Jorge Torres de la Alianza Verde finalizó su exposición, basada en la falta de presencia del tema Cultura Ciudadana en el Plan de Desarrollo, con la siguiente pregunta: "¿Dónde quedó la Filarmónica?", ello ante la falta de mención de ésta y de proyectos relacionados a su quehacer artístico y cultural. Esto mismo fue cuestionado por José David Castellanos de Cambio Radical y por la concejal liberal, María Victoria Vargas, quien afirmó que no hay claridad frente a la construcción de una sede para la Orquesta y menos si hay o no recursos para dicha construcción. Diego Devia concejal del Centro Democrático señaló la necesidad de buscar alternativas para la construcción de una sede para esta institución bogotana.
Por otro lado, la concejal conservadora Gloria Elsy Díaz, destacó el impacto social de la Orquesta, principalmente en los jóvenes e invitó a la administración Distrital a ver la viabilidad de construir una sede, aprovechando los 50 años de la Filarmónica. El concejal Celio Nieves del Polo Democrático planteó la necesidad de mantener los Centros de Formación musical y artísticos de la Orquesta Filarmónica, pues hasta la fecha se sabe de la desaparición de cinco de estos centros que promueven el arte en Bogotá.
Razones de peso e historia
La Orquesta, patrimonio cultural de la ciudad, inició sus labores como Fundación Filarmónica Colombiana en 1966, en ella se agruparon músicos jóvenes y personalidades de la cultura. Sin embargo, fue hasta agosto de 1967, cuando el Concejo de Bogotá acogió a la Fundación y nació formalmente la Orquesta Filarmónica de Bogotá.
Durante sus ya casi 50 años de existencia, la OFB ha estado a la altura de su responsabilidad como entidad pública y no ha dejado de crecer y demostrar su altísima calidad a través de sus conciertos en diversas salas, programas didácticos de televisión, conciertos en localidades y colegios, y diversas giras nacionales e internacionales. Su carácter de entidad pública, la cual ha defendido desde sus orígenes, le otorga a la entidad no sólo derechos sino obligaciones. Son estas obligaciones y responsabilidades públicas las que llevan a pensar que el trabajo desarrollado por la Orquesta ha llegado a un momento crucial de crecimiento que amerita la proyección de su labor desde un lugar digno, eficiente y significativo.
Eso se logrará de manera mucho más contundente si se cuenta con una sede propia para, donde los músicos puedan ensayar, con las condiciones acústicas y logísticas que requiere una Orquesta de estas dimensiones, así como un escenario para hacer conciertos y espacios para desarrollar los proyectos de formación que actualmente tienen implementados.
En la actualidad la OFB puede exhibir una trayectoria ya consolidada como orquesta profesional a través de la interpretación de los ciclos sinfónicos de grandes compositores universales como Beethoven, Brahms, Tchaikovsky, Schubert, Mozart o Mahler, pero también a través del estreno de la obra de los compositores nacionales como Blas Atehortúa, Francisco Zumaqué o Jesús Pinzón, entre muchos otros. Igualmente, la OFB ha refrendado su profesionalismo en innumerables festivales nacionales como el Festival Internacional de la Cultura (Tunja), Festival de Música Religiosa (Popayán), Festival Internacional de Piano (Bucaramanga), Festival de Música Andina “Mono Núñez” (Ginebra, Valle) y el Festival Internacional de Música de Cartagena. En 2008 la OFB obtuvo el Grammy Latino como reconocimiento a una extensa serie de grabaciones de música tradicional colombiana. Finalmente, en la última década la OFB ha representado exitosamente al país en giras internacionales a China (2009), Roma (2010), USA (2010), Moscú (2012), Perú y Ecuador (2013).
Los conciertos y actividades desarrollados por la Orquesta (aproximadamente 12.261) han beneficiado a 2.110.816 personas. Además desarrolla presentaciones de obras musicales en espacios abiertos o no convencionales como parques, iglesias, etc.
La música clásica, aunque sublime, etérea, mística o intangible, requiere de una caja de resonancia concreta llamada teatro para hacerse realidad. Es necesario superar los conciertos a campo abierto que hemos convocado, para formarlos y hacerlos crecer en la experiencia musical completa y viva, solo realizable en una sala de conciertos. Por esta razones se hace necesario que se incluya dentro del actual Plan de Desarrollo la idea de construir una sede propia que cumpla con nuestras necesidades y expectativas, pues estamos seguros de que eso redundará en una mejor ciudad, en mejores ciudadanos y en el desarrollo de la cultura en Bogotá y el país.
