Hoy en la opinión pública de la ciudad y del país, se discute acerca del proceso de revocatoria que se está llevando a cabo en contra del Alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa. En el presente artículo quiero exponer algunas razones por la cuáles no estoy de acuerdo con ella, no sin antes advertir que soy un defensor y amigo de la participación ciudadana y sus mecanismos cuando son usados conforme al espíritu para el cual fueron creados.
Es necesario iniciar por ese punto, la naturaleza para la cual fue creado el mecanismo de participación ciudadana, por el artículo 259 de la Constitución Política. La revocatoria del mandato es un derecho político por medio del cual los ciudadanos dan por terminado el mandato que le han conferido a un gobernador o a un alcalde cuando existe un incumplimiento del programa de gobierno o cuando exista una “insatisfacción generalizada” de los ciudadanos. Precisamente para garantizar el cumplimiento de estos requisitos, no es posible iniciar este proceso sino hasta un año después de la posesión de Alcalde a Revocar.
Paradójicamente y contrario al espíritu de la Constitución y la ley, los promotores de la revocatoria del alcalde Peñalosa, han venido haciendo campaña para destituir al mandatario desde el 01 de enero del 2016, día de la posesión del Alcalde, momento en el que no era posible advertir un incumplimiento en el programa de gobierno y mucho menos una insatisfacción general de la población, lo que controvierte la decisión tomada en las urnas por la ciudadanía en el año 2015.
Ahora bien, después de pasado un año y con el proceso en curso, la revocatoria se ha promovido con mentiras y manipulaciones de información, situación que ha sido reconocida por uno de los comités promotores y por las cuáles por ejemplo al Concejal Hollman Morris promotor número 1 de la revocatoria, ha tocado salir a pedir disculpas públicas.
Uno de los grandes argumentos que han usado los opositores del alcalde para promover la revocatoria ha sido la decisión de no realizar el metro bajo tierra, cuando argumento más contradictorio que este no existe. Enrique Peñalosa, siendo candidato a la Alcaldía, dentro de su programa de gobierno prometió que en su mandato iniciaría la construcción de un metro elevado para la ciudad, si hiciese lo contrario estaría incumpliendo el mandato para el cuál fue elegido y en ese caso si habría una verdadera razón para iniciar una revocatoria.
Otro de los grandes argumentos para la revocatoria, es la intervención en la Reserva Thomas Van Der Hamen, en este tema es muy importante aclarar que la facultad para hacer cambios sobre esta reserva no radica en el Alcalde de Bogotá, son la CAR y el Ministerio de Ambiente quien tienen la potestad de aprobar cualquier cambio que se pretenda hacer en dicha reserva. De igual manera, a la fecha no se ha presentado ninguna solicitud por parte de la Alcaldía Mayor de Bogotá para hacer modificaciones a la Reserva, motivo por el cuál este segundo argumento quedaría sin sustento.
De esta manera, esta es una revocatoria que parece más un revanchismo político de las personas o grupos políticos que perdieron electoralmente la alcaldía en octubre de 2015, que un mecanismo de participación ciudadana.
Por estas razones considero que esta es una revocatoria antidemocrática, que viola el derecho de participación ciudadana de las personas que votamos por Enrique Peñalosa para Alcalde de Bogotá. La invitación es a defender nuestro voto y a las personas que están en oposición a ejercer el control político y no paralizar la ciudad, con el fin de buscar entre todos el desarrollo de la ciudad que tanto amamos.
