Esta vez Cartagena, 'La Heróica', no pudo resistir el ataque de los piratas, bucaneros y terroristas que a punta de cañonazos la obligaron a someterse a ser la “ciudad-llave”, de Colombia para las Farc.
Lo peor de todo es que esos piratas, bucaneros, terroristas y políticos, no son ingleses, bajo el mando del Almirante Vernon, ni son tampoco los españoles del “Pacificador” Morillo.
Tristemente esos piratas, que esta vez sometieron a Cartagena y a Colombia, son colombianos.
Una vez se anunció “que todo está acordado hasta que todo fue acordado” y que Santos según sus propias palabras hizo en la papeleta de votación “la pregunta que se me dé la gana”, se publicaron los términos de acuerdo de paz, en un documento, que tiene casi de 300 páginas.
Eso equivale a publicar un libro, que al igual que la Constitución Colombiana, con sus artículos, títulos, párrafos e incisos confusos, y en términos tan leguleyos que cada colombiano (que se le mida a leer semejante mamotreto de papel escrito en idiomas de la Torre de Babel) como si fuera abogado le dará la interpretación que más le convenga y la acomodará para su propio beneficio, como ya lo estamos viendo.
Y así pletóricos de emoción, en medio del Himno Nacional, las camisetas de la Selección, los globos blancos y la palabra Sí empapelando a Cartagena y cubriendo también de blanco al Castillo de San Felipe -- como una sábana que cubre el cadáver de la democracia en toda Colombia-- apenas una semana después, solo 500.000 ingenuos colombianos, aún empapados en esa ola ruidosamente mundial, todos, como piratas borrachos de emoción, se bajarán de sus barcos y como una jauría empuñando sus sables, y a grito herido, querrán meter de pura emoción dentro la urnas, para ahogarse con la papeleta del SÍ en la mano.
Y lo peor, es que es posible que pase.
En ese caso, Colombia tendrá el gobierno que se merece…
Solo háganse las dos preguntas de por qué el día “D”-el show”, lo han programado maquiavélicamente una semana ANTES del plebiscito y la reforma tributaria una semana DESPUES del mismo.
Mi respuesta: ¡Porque saben que lo pierden!
Qué dolor de patria: Ya veremos a los “comandantes” paseando en cochecitos chambacuneros, por entre las callecitas de Cartagena, llenas de historia de piratas que una vez en el pasado, no la pudieron violentar.
Porque eran extranjeros.
