Cuando todo parecía estar resuelto para conformar el Tribunal de Arbitramento, el exministro de justicia Alfonso Gómez Méndez, declinó a ser árbitro. Su principal argumento fue su relación de amistad con el contralor Edgardo Maya, parte involucrada directamente en el pleito. Esta decisión paraliza el trámite de un negocio millonario de pesos pesados que tiene enfrentados al exprocurador Jaime Bernal Cuellar en representación de la sociedad Proyectos y Desarrollos, propietaria del edificio Gran Estación II, con la batería de abogados en cabeza del propio Contralor y también exprocurador Maya Villazón. Por su parte el ente de control se ha visto obligado a dispersar a sus funcionarios en distintos edificios públicos sin lograr aún solucionar problemas logísticos.
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