Tras la reunión de la directiva departamental del CD anoche, celebrada en silencio y en algún lugar de la mancha, quedan claras dos cosas:
Uno: Fernando Sierra Ramos queda fortalecido al capitalizar en el departamento inconformismo y animadversión que genera Hernán Gómez Niño entre los cacaos de su partido que, de paso sea dicho, es el partido de gobierno y ahí ya hay ventaja para Sierra porque está claro que a Hernán Gómez, Uribe no lo ha vuelto ni a saludar; ni qué decir del presidente Iván Duque, que no lo llevó ni en el vuelo cuando las inundaciones en el Vichada. En este sentido, veo más fuerte a Sierra Ramos, quien, recordemos, gerenció la exitosa campaña del hoy presidente.
Hay que ver en pelea —que, eso sí, está para alquilar balcón— la coherencia de Hernán Gómez, quien dijo por medio del canal de televisión local que llevaba "doce años construyendo partido". Hágame el bendito favor.... Todos sabemos que el partido no tiene más de 6 años de conformado y que eso se le debe a gente como Jennifer Arias Falla, al hoy candidato a la asamblea César Duque, a Eduardo Espinel y a otros que en verdad se echaron la misión al hombro, y fruto de eso es el peso que hoy tienen en el departamento los de las huestes de Uribe.
Hernán Gómez, para hacer memoria, estuvo con los verdes, con Cambio Radical, con la U, con los liberales y dos veces con el Centro Democrático. No votó por Oscar Iván Zuluaga en la primera vuelta (se le abona que sí votó por OIZ en la segunda).
Gómez no votó por Álvaro Uribe cuando la lista era cerrada sino por Maritza Martínez, no votó por Nohora Tovar para Senado la primera vez, ni por Sierra para cámara ni por Jennifer Arias para alcaldía, pues apoyó públicamente a Fernando Rivera. No votó por Jennifer para Cámara. No apoyó a Iván Duque cuando era precandidato y no hizo apoyo frontal en la gran consulta por Colombia. Es decir, más incoherencia es difícil encontrar en el panorama político regional.
Dos: Aquí el afán de sacar el comunicado de hoy, creo yo, fue porque el nombre y peso de una figura de la talla de Juan Guillermo Zuluaga asustó a más de uno en la cúpula departamental y quisieron matar la culebra por la cola.
Lo grave es que con esta decisión, que me parece por demás absurda, las directivas del CD en el Meta pasaron por encima del jefe máximo y eso deja ahora tres preguntas:
Uno: ¿Hay miedo regional de algunos a enfrentarse a Juan Guillermo Zuluaga?
Dos: ¿Por qué será que la representante Jenniffer Arias no se ha pronunciado públicamente, cuando ella es la verdadera y única credencial del partido en el Meta?
Tres: ¿En el Meta ya no aplica eso de "el que diga Uribe?
Hoy algunos celebran en el CD, en tanto que afuera otros comienzan a cambiar sus apuestas.
Algunos crecen, otros agonizan en el CD criollo y esto recién se comienza a barajar. Son muchas las cartas que Uribe tiene en sus manos y el man no es bobo, ha iniciado la descarnada y fascinante carrera por la gobernación del Meta. Hagan sus apuestas. ¡He dicho!
