Cada día es más evidente el declive del expresidente Álvaro Uribe Vélez, tanto política como física y mentalmente. Los años le empiezan a cobrar lo que la justicia colombiana no ha podido cobrarle.
El evidente declive politico de Álvaro Uribe Vélez lo vimos en la pasada marcha del 01 de abril. Aunque él aún tiene poder de convocatoria, algo que no se le puede negar, sus organizadores tuvieron que echarle mano a todos los problemas del país, para convencer a los ciudadanos de salir a las calles. Fue evidente que la marcha no se vio tan apoyada por el pueblo colombiano. Al parecer, los ciudadanos empiezan a ver día tras día cómo una figura política que en su momento llenó de esperanza a un país, hoy lo está llenando de indignación a causa de que cada día salen a la luz pública más irregularidades de su pasado político. Y es que algo que no puede negar el señor expresidente es que los males que aquejan a nuestro país se empezaron a generar en su gobierno y continuaron en el de Juan Manuel Santos.
Hoy también vemos cómo algunos de sus exfuncionarios piden acogerse a la Justicia Especial Para la Paz (JEP). Esta es un gran traición para el expresidente de parte de sus aliados, ya que uno de los requisitos para someterse a la JEP es contribuir al esclarecimiento de la verdad, lo que debe tener muy inquieto al señor expresidente, pues si sus colaboradores que se encuentran hoy en la cárcel, se someten a la JEP, dejarán al descubierto que muchos de sus delitos fueron cometidos para favorecerlo, y por mucho que él quiera defenderse, tarde que temprano no podrá seguir aguantando tantos descubrimientos.
También es evidente su declive físico, pues ya no lo vemos dando sus fuertes y largos discursos en la plaza pública, y es que se sabe que el expresidente padece algunos quebrantos de salud que lo han alejado del congreso y de sus andanzas políticas. Hoy a sus 64 años, el paso de los años a los cuales no se les puede evadir como a la justicia, hace que el pueblo lo vea como una figura frágil y muchas veces vulnerable.
Por último, se evidencia también su declive mental y es que basta con mirar sus vídeos para darse cuenta de que el señor expresidente ya no cuenta con la misma capacidad mental de hace unos años; podemos ver que cuando intenta hacer una intervención larga, debe acudir necesariamente a la lectura, algo que hace algunos años no veíamos en sus largos consejos comunales. Ojalá, él no se convierta en el ‘‘caballo discapacitado’’, como él mismo llamo un día al Dr. Antanas Mockus. En su Twiter nos deja ver que los años tambien lo han hecho perder más la paciencia, muchas veces vemos como empieza a agredir y descalificar, no solamente a sus opositores políticos sino también a ciudadanos comunes, que no están de acuerdo con su forma de hacer política y esto es algo que le empezará a pasar factura, ya que muchas personas acudirán a la justicia, para defenderse de las injurias y calumnias del señor expresidente.
El expresidente Álvaro Uribe Vélez ya no es el fuerte político de hace una década, ni tampoco representa a todo el pueblo colombiano. Hoy debe recurrir a ejércitos de personas en las redes sociales, muchas de estas con salarios, con el fin de que lo defiendan y lo mantengan visible. Es evidente el declive de unos de los políticos más vistosos de la historia reciente de Colombia, que como van las cosas terminará sus días no como el gran colombiano, como él se hizo proclamar, sino como el gran delincuente que engañó al país por más de 30 años.
