A la hora de viajar, muchas personas optan por destinos cercanos como Melgar o La Vega. Sin embargo, al hacerlo se están perdiendo un mundo de posibilidades y lugares únicos que ofrece Colombia. A tan solo cuatro horas de Bogotá se encuentra un tranquilo pueblo del Tolima, capaz de conquistar a locales y extranjeros por igual. Se trata de El Líbano, un lugar apacible que, además de su serenidad, ofrece una gran variedad de planes y experiencias. Lo mejor es que también está muy cerca de otros puntos turísticos de la región que vale la pena explorar.
Líbano, el bello pueblo del Tolima que conquista por sus planes y paisajes
A unos 190 kilómetros de la capital, este municipio se levanta entre las montañas del norte del Tolima. Su acceso es una experiencia en sí misma: el camino hacia El Líbano ofrece paisajes espectaculares que acompañan a los viajeros durante gran parte del recorrido. Muy cerca del Parque Nacional Natural Los Nevados y del municipio de Murillo, este trayecto es considerado por muchos como una de las rutas más hermosas del país. Y cómo no, si es relativamente nueva y está rodeada de naturaleza.
Pero el encanto del Líbano no se queda solo en el trayecto. Este pueblo ofrece atractivos turísticos que combinan aventura, naturaleza y cultura. Uno de sus mayores tesoros son las Siete Cascadas, una serie de saltos naturales que se encuentran en la quebrada Santa Rosa. También está el Mirador de la Polka, un espacio con una panorámica impresionante que deja sin aliento. Para los amantes de la caminata y el senderismo, el municipio ofrece múltiples rutas entre montañas, bosques y cafetales.
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El auge del ecoturismo ha permitido que visitantes puedan recorrer fincas cafeteras de la región, conocer más del proceso del café y, por supuesto, disfrutar de una buena taza con aroma a montaña. Las calles del pueblo también tienen su magia: arquitectura tradicional, gente amable y una tranquilidad que invita a quedarse.
Además, su cercanía con Murillo permite explorar otros rincones del Parque de Los Nevados, o disfrutar de actividades naturales como avistamiento de aves, recorridos a caballo o baños en termales. Y si de sabores se trata, El Líbano tiene una oferta gastronómica deliciosa: desde un caldo de picado, un buen tamal tolimense, hasta platos típicos como el chorizo artesanal o el infaltable chupado, un manjar de papa, yuca, arroz con carne o pollo que representa lo mejor de la cocina campesina.
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