Juan Pablo Montoya es de esas personalidades que nunca tuvieron miedo de decir lo que pensaban y hacer lo que quería. Aburrido del mundo de la Fórmula 1 quiso huir de ahí para adentrarse en la NASCAR y posteriormente en Indy, pero siempre tuvo claro que nunca quería regresar a la Fórmula 1.
Montoya nunca se fue de la Fórmula 1 porque no lo quisieran. Se le consideró uno de los mejores pilotos mientras estuvo activo y fue de los pocos que le puso las cosas difíciles a Michael Schumacher, rey del automovilismo por aquel entonces. Otro de los que le puso las cosas difíciles al alemán fue Kimi Raikkonen, el finlandés que fue compañero de Montoya en McLaren y se retirará al finalizar este año 2021.
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Mientras Kimi se retirará al finalizar este año, ya han pasado 15 años desde que Montoya salió de la Fórmula 1. Su carrera en la categoría pudo haber sido mucho más exitosa si él hubiera alargado su estancia en la máxima categoría del automovilismo.
Durante los dos años siguientes a su salida, McLaren fue protagonista principal de los campeonatos de 2007 y 2008, cuando Lewis Hamilton fue subcampeón y campeón respectivamente. Montoya pudo ser el que estuviera montado en ese McLaren y, ya sin Schumacher, habría podido tener más opciones de ganar el título.
Al año siguiente de su salida de la Fórmula 1, Montoya contó que rechazó una oferta de Red Bull para regresar a la Fórmula 1 para el año 2008.
En ese entonces el equipo austriaco era un equipo de media tabla, pero en 2009 vivió sus años gloriosos hasta 2013, sumando victorias y ganando 4 veces tanto el título de pilotos con Sebastian Vettel como el de constructores. Es cierto que en aquel entonces cuando le ofrecieron llegar a Red Bull no era el súper equipo que fue después y que fue hoy en día, pero hubiera sido una buena apuesta para que a futuro tuviera posibilidades de ganar el mundial.
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