El bullying en las aulas de clase

El bullying en las aulas de clase

Por: Ana Maria Pinzon
febrero 05, 2014
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El bullying en las aulas de clase
Imagen Nota Ciudadana

Es fácil reconocer el significado de las palabras "bullying" o "matoneo". Y muy seguramente al leerlas o escucharlas pueda remitirse a un casoque haya conocido por algún medio. El"bullying" o "matoneo" precisan un nuevo fenómeno. Un nuevo fenómeno bien curioso, no por su mismo significado sino por la popularidad, cada vez más elevada, que ha acaparado en Colombia.

Si se interpreta ‘bullying’ en el español se entiende como un asesino, no muy lejos de lo que realmente es. El ‘matoneo’ es un tipo de acoso que sobrepasa las barreras del maltrato verbal y trasciende a lo físico.

Cuando una noticia trata sobre ‘bullying’ inmediatamente puede identificarse una categorización y a su vez una jerarquía predominante dentro del mismo.El matoneo o acoso escolar está ahí, nombrándose de primer lugar, haciendo parecer que este tipo de comportamientos sólo son posibles en un ambiente escolar, entendiendo escolar como el colegio, no un ambiente universitario.En otros casos se trata de bullying cibernético que también está presente. Y por último el bullying laboral, no existe; no existe porque no es mencionado, por lo tanto se obvia y se aísla, siendo una categoría sin importancia.Claramente, se pueden identificar categorías porque así está puesto en vitrina este actuar en el país.

En Colombia parece no entreverse la posibilidad de creación de espacios para pensar y actuar sobre éste tipo de acoso que responda al afán que, a juzgar por la lectura que se desprende por las denuncias constantes y preocupantes, se esperaría de otros sectores además del educativo tomaran partido y demostraran interés y real preocupación.

En algunos países de América Latina se están organizando congresos y simposios cuyo objetivo es dar a conocer la problemática que está presente en todo tipo de población, que se da para adultos y para niños también, presente en toda la población y expresado de diversas maneras, en la que si bien se notan categorías, la jerarquización es menos ruidosa. Tal es el caso del I Congreso Internacional de Mobbing y Bullying celebrado en mayo en Montevideo, Uruguay en 2013; sus temas tocan desde el acoso laboral, sus implicaciones, modos de hacerle frente, hasta el matoneo escolar. En resumen, se ve un actuar frente, no únicamente, al matoneo escolar, sino al acoso laboral. Se entiende como una medida donde deben actuar varias instituciones.

Sin embargo, la cuestión clave acá es preguntarse el porqué el ‘bullying’, es decir, el bullying escolar pondera la denuncia. Puede responderse que es la manera responsable del actuar mediático, puesto que es en la población que se encuentra en proceso de formación a la que debe prestársele más atención, en la medida en que los abusos sobrepasan una presión psicológica llegando al abuso físico, incluso terminando en el suicidio de las víctimas.

Ello prende la alarma por una razón que está relacionada con el fracaso en la formación de personas que contribuyan al avance social, porque como ya sabemos, en un país violento, que necesita bajar los índices de violencia, debería preparar a educandos con un sentido humanístico y sensible. En las condiciones sociales en las que se encuentra un país como Colombia, prima la protección de niños y adolecentes. Aun así, con ese juicio que podría ser el predominante no se toman medidas, por lo menos no sectores diferentes a las escuelas y colegios.

El nombre de fenómeno, cumpliendo con ser un hecho extremo, también ha sido catapultado por el mismo tratamiento que puede notarse en los diferentes medios, que con leves visos de denuncia social, en primer lugar recurre, uno, a la victimización constante de quienes la sufren, y por el contrario el anonimato de los antagonistas de esta situación. Y dos,al señalamiento de la 'escuela' como institución única responsable de que esto suceda, y que además, se propague, crezca y se reproduzca.

Finalmente, lo que comienza como un caso particular y se magnifica hasta posicionarlo para poder combatirlo es un error. Normalizar una conducta es tan simple como repetirlo y espectacularizarlo. Entonces, y con todo esto, la atracción por relatar noticias sobre acoso escolar, radica en el impacto que puede generar en el púbico sin pensar en los efectos secundarios. De igual manera, el poco seguimiento a casos de este tipo, el énfasis en la víctima y no en el victimario, incluso el eximir a algunas instituciones que deben intervenir hace que sea una bola de nieve y que no pare de ser noticia.

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