El agua es un recurso vital que por muchos años creíamos que era infinito, y que con asombro observábamos como eje de la trama de lo que en su momento era ciencia ficción en la película Mad Max. Sin embargo, hoy vemos con tristeza cómo esto último se hace realidad.
El agua, fundamental para la vida de todos los seres vivientes en la Tierra, comenzó este lunes a cotizar en el mercado de futuros de materias primas debido a su escasez. Esto con el nombre de Índice Nasdaq Veles California Water Index y con la etiqueta NQH2O.
Se basa en un indicador de precios de los futuros del agua en California, cuyo índice hace referencia a los precios de las principales cuencas fluviales del estado, donde la escasez ha aumentado y cuyo precio se ha duplicado en el último año, cotizándose a unos 486,53 dólares por acre-pie (1.233 m³).
Ahora, el precio del agua en California fluctuará como lo hacen el petróleo, el oro o el carbón. Vale decir que este valor podría tomarse como referencia a nivel mundial.
Del total de agua que existe en el planeta, el 97% es salada. Del 3% restante, un tercio se encuentra congelada, otro tercio como subterránea y el uno por ciento final está disponible en la superficie en forma de lagos, ríos y humedales.
Con eso claro, según el Sistema de Información Ambiental de Colombia (SIAC), la riqueza hídrica colombiana está representada por una gran red fluvial superficial que cubre el país, aguas subterráneas almacenadas y ambientes lénticos (lagos, lagunas, humedales pantanos, esteros), distribuidos a lo largo y ancho de la superficie del país.
Así mismo, de acuerdo con los informes del Instituto de Recursos Mundiales y de las Naciones Unidas, Colombia, con una disponibilidad de agua de 33.630 m³ al año por persona, se sitúa en la situación promedio de América Latina, la cual es casi cinco veces mayor al promedio mundial, que alcanza los 7.700 m³. Este indicador destaca también que el promedio para América del Norte es 16.300 m³; Europa, de 4.700 m³; África, de 6.500 m³3 y Asia, de 3.400 m³.
De igual modo, el país presenta un caso sui generis, en especial, en el centro y en la costa, donde habita el 80% de la población y se genera el 80% del PIB, contando apenas con el 21% de los recursos hídricos disponibles. El 79% de agua restante se encuentra en la extensa selva amazónica, en el Pacífico y en la Orinoquía.
Así pues, con tristeza vemos cómo hasta los años 80 Colombia ocupaba uno de los dos primeros lugares en recursos hídricos en el mundo, pero a finales del siglo XX pasó al cuarto lugar por disponibilidad per cápita de agua, y para el segundo decenio del presente siglo su posición sigue descendiendo ubicándose en el sexto lugar.
De acuerdo con el informe de las Naciones Unidas sobre el desarrollo de los recursos hídricos en el mundo (Agua para todos, agua para la vida), América Latina y Norteamérica muestran los mejores índices en cuanto a disponibilidad del recurso versus su población y otros datos alarmantes como el de para producir una cabeza de ganado se requieren 4.000 m³ de agua, mientras para un kg de verduras u hortalizas solo es necesario un m³ de agua.
Finalmente y para remarcar, acá hay más de un millón de hectáreas de páramos, lugares donde nace el agua. No obstante, muchos de estos tienen títulos mineros o actividades económicas afines. Sin contar que en otros ecosistemas, como humedales, ciénagas y pantanos, la cifra se eleva a 2 millones de hectáreas. Nuestra más preciada riqueza natural desaparece aceleradamente.
