En el Comunicado 003 del 19 de agosto de 2021 del Consejo de Sede Manizales se anunció el retorno a la presencialidad de todas las actividades académicas en esta sede de la Universidad Nacional a partir del 4 de octubre, cumpliendo con los aforos definidos en los ciclos establecidos por la Resolución 777 de 2021 del Ministerio de Salud y de Protección Social. Esta medida toma relevancia no solo para la comunidad universitaria, sino también para la ciudad de Manizales, pues la UN sede Manizales cuenta con más de 5.200 estudiantes de pregrado, de los cuales cerca del 50 % no vive en la ciudad, y su retorno contribuirá a la reactivación económica; esto sin contar los estudiantes en programas de posgrado.
Las condiciones para habitar en Manizales no son las mejores. Según la ONG Manizales Cómo Vamos, entre 2019-2020 la incidencia de pobreza monetaria en esa ciudad aumentó 57 %, y la incidencia de pobreza extrema, 316 %; esto quiere decir que 32 de cada 100 personas están por debajo de la línea de la pobreza monetaria y no poseen ni siquiera 389.370 pesos mensuales para vivir. Pero no solo la pobreza aqueja a la ciudad; la salud mental es otro tema central. La capital del departamento de Caldas tuvo la segunda tasa de suicidios más alta entre las principales capitales en 2020, y hasta julio de 2021, según datos de la Gobernación de Caldas, iban 41 casos de suicidio y 503 intentos; el 60 % por algún motivo económico. Se hace necesario entonces medidas inmediatas por parte de la Alcaldía de Manizales, en cabeza de Carlos Mario Marín, y una estrategia de bienestar integral de parte de la administración de la universidad.
La UN sede Manizales tendrá gastos adicionales para poder implementar los protocolos de bioseguridad, adecuar las aulas híbridas, las ayudas alimentarias, de conectividad, de residencias y de transporte a quienes lo requieran. Por otro lado, la población que retornará deberá tener el esquema de vacunación completa, de lo contrario, este sería otro gasto en el que la universidad deberá incurrir.
Y es que el 85 % del estudiantado de pregrado pertenece a los estratos 1, 2 y 3, que sufren como toda la población del país la crisis económica generada por los gobiernos neoliberales, agravada por la pandemia de la covid-19 y el mal manejo que a esta le ha dado el gobierno Duque. Lo anterior da sustento a la necesidad inmediata de la Matrícula Cero Universal que solo se podría implementar si el gobierno nacional asigna los más de 70.000 millones de pesos para cubrir los costos en el pregrado y en el posgrado en la UN; una de las exigencias y proyecto de ley del Comité Nacional de Paro.
Duque, al igual Santos y sus predecesores, ha olvidado la educación, la ciencia y los sectores productivos, pero ha dado a acaudalados las ganancias del capital financiero. Es evidente la necesidad de la presencialidad; no obstante, debemos tener condiciones y garantías materiales que aseguren la calidad académica y el bienestar universitario. Es deber y responsabilidad del gobierno de Duque y regionales asumir sus responsabilidades en el retorno a actividades dentro de nuestros campus.
