Una de las más sonadas privatizaciones impulsadas por el gobierno de Cesar Gaviria en 1993 fue la de Puertos de Colombia con el que comenzó la cascada de liquidaciones o venta a particulares de los puertos tanto en el Pacífico como en el Atlántico. Entonces se adjudicó la concesión para administrar el terminal marítimo de Buenaventura inicialmente por 20 años, desde 1994 hasta 2014. El poderoso sindicato de Puertos de Colombia, cuestionado por corrupción cedió ante la jugosa prebenda que le dio el gobierno al permitirle entrar con un 25% a la naciente Sociedad Portuaria de Buenaventura.
Una participación que quedó en manos de los veinte sindicalistas que conformaban la cúpula directiva sin que sus utilidades se repartieran al grueso de los trabajadores y que luego fueron vendiendo.
La Sociedad Portuaria de Buenaventura sigue siendo la líder del sector. Después de muchas transacciones en compra y venta de acciones en estos casi treinta años, la gran compañía portuaria que maneja una buena tajada del gran volumen de carga que entra y sale del puerto más grande del país, quedó en manos de cinco grandes propietarios y un puñado de accionistas minoritarios que se lucran de millonario negocio en el puerto que opera como un enclave aislado del caos del municipio, la violencia y la pobreza que lo azotan y frente a la que ningún gobierno ha encontrado solución.
Los dueños de la Sociedad Portuaria de Buenaventura
En la última década la propiedad de la Sociedad Portuaria ha cambiado, igual que la de otras empresas portuarias que también participan en el negocio de mover carga que entra y sale del país.
La propiedad se ha concentrado en 5 sociedades, tres de ellas familiares. El accionista mayoritaria es el Grupo Harinera del Valle de la familia Paz Bautista, una de las familias más acaudalas del Valle del Cauca y líder en el negocio de la producción de derivados del trigo con cerca de la tercera parte.
El Grupo Parody de la familia Parody d'Écheona, cuyo vocero familiar es Manuel Isaac Parody d'Écheona, hermano de la exministra Gina Parody y quienes tienen como representante en la junta el exministro de hacienda Ruddy Hommes, tiene peso con una participación del 12%, así como el grupo Ciamsa -Comercializadora internacional de azucares y mieles- conformado por los doce grandes ingenios del Valle del Cauca y el empresario de puertos Álvaro Rodríguez, presidente de Ventura Group, directivo de la Cámara de Comercio de Buenaventura en representación del gobierno nacional, quien se ha propuesto ir aumentando su participación a través de la compra a minoritarios, herederos de pensionados propietarios que trabajaban en la empresa cuando César Gaviria la privatizó.
La participación del sector público es menor pero importante, a través del distrito de Buenaventura que conserva participación del 15% y está representado actualmente por el Alcalde Víctor Hugo Vidal; también tienen una pequeña participación el ministerio del transporte (2%) y el de agricultura (0.5%).
Se trata de un negocio tan rentable que en el 2012 estuvieron a punto de entrar como socios los dueños de Dubai Port Authority, dispuesta a quedarse con casi el 20%. Alcanzó a visitar el puerto el presidente de la compañía e invertir cerca de USD 150 millones de dólares, sin consideración de las dificultades sociales de Buenaventura que han tomado formas de violentas en pleno caso urbano como las vividas últimamente, como lo analizar la Fundación Paz y Reconciliación en este video.
