Pío López Obrador, el inefable hermano del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, más conocido por sus siglas, AMLO, hace unos días fue filmado recibiendo cuantiosos fajos de billetes, los cuales - asume uno – fueron envueltos en bolsas de papel para facilitarle a Pío el transporte. Decimos en bolsas de papel porque también asumimos que los mamertos mexicanos, a diferencia de los nuestros, tienen mayor consciencia ecológica y envuelven sus coimas es en bolsas de papel, no en bolsas de plástico. Como era de esperarse, AMLO afirmó que los numerosos fajos de billetes recibidos por su hermano Pío eran “aportaciones, para fortalecer, el movimiento…” A la izquierda mucho se le perdona sencillamente por ser de izquierda. Un senador colombiano desaparece grabaciones de su celular, y aduce sin inmutarse que se le borraron inadvertidamente. Magistrados graban de manera ilegal, y afirman que fue por error. Políticos reciben coimas y los llaman aportes o préstamos…
Aquí en Colombia ocurrió algo parecido a lo del hermano Pío López Obrador, pero bastante más turbio y siniestro. En el 2018 apareció un video de 14 minutos en el cual Gustavo Petro aparece recibiendo una abultada suma de dinero. En ese video Petro recibe los fondos de Juan Carlos Montes, quien le entrega varios fajos de billetes que al final el político recoge en una bolsa de plástico. Petro asegura que se trata de un préstamo personal que el arquitecto Simón Vélez le hizo llegar a través de Montes. Vélez desmiente tajantemente a Petro ante un Notario cuando afirma lo siguiente: "Yo, Simón Vélez, arquitecto de profesión, identificado como aparece al pie de mi firma y a raíz de la aseveración hecha en redes sociales, aclaro a la opinión pública que yo no le he hecho ningún préstamo a nadie y mucho menos al señor Gustavo Petro". Petro, por lo tanto, miente.
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En el 2018 apareció un video de 14 minutos en el cual Gustavo Petro aparece recibiendo una abultada suma de dinero de Juan Carlos Montes
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Lo que es un gran misterio es ¿qué ha pasado con Juan Carlos Montes, antiguo militante del M-19 que fue después funcionario de rango medio-alto en la Alcaldía de Gustavo Petro? De hecho, Montes era subgerente técnico de la Unidad de Mantenimiento Vial, y, según informes de prensa, “intervino en la polémica contratación de la 'Máquina Tapahuecos', que le costó a la ciudad casi 12.000 millones de pesos y que fue cuestionada porque la administración de Petro se saltó la licitación de ley utilizando la figura de contratación por el rubro de Ciencia y Tecnología. Montes, ya llamado a declarar por la Fiscalía, tiene muchas de las piezas de este rompecabezas político-jurídico.”
¿Dónde está Juan Carlos Montes? Algunos aseguran que está en Cuba, en Venezuela, o en algún país como Noruega que le encanta albergar a corruptos y narcoterroristas, siempre y cuando sean de izquierda. Y de encontrarse exilado, ¿quién sufraga sus gastos? Lo único cierto es que ni la Comisión de Acusaciones, ni la Corte Suprema, ni la Fiscalía han movido un dedo para que los colombianos lleguemos a saber la verdad sobre la muy segura coima involucrada en dichas “bolsas”. Los medios, sumisos y en manos de la izquierda, tampoco han movido un dedo para destapar la verdad sobre la desaparición y supuesto exilio de Montes. Muy seguramente, como va a pasar con la mayoría de los crímenes cometidos por la izquierda, la verdad nunca se va a saber.
