En el último año se han reportado, por lo menos, 15 ataques a la página web de La Patilla. A su creador, Alberto Federico Ravell no le queda otra que denunciar el acoso en su cuenta de Twitter. 1.960.000 personas están pendientes de cada uno de sus movimientos. Las redes sociales se han constituido para él en su mejor tribuna. Considerado el periodista más influyente de Venezuela creó en 1991, junto a Guillermo Zuloaga y Luis Teófilo Núñez, Globovisión, el único canal que ha tenido la valentía de oponerse con firmeza al régimen chavista.
En el 2010, después de su salida como Presidente de Globovisión y para tener mayor vigencia en redes, creó La Patilla, una verdadera piedra en el zapato para Chávez y luego para Maduro. Este ha dicho sobre la página: “Más o menos como La Patilla hoy sería La Gaceta de Caracas, lo que va quedando, los escombros de La Patilla y de los medios burgueses”. El periodista no es de los que se queda callado y en esa oportunidad le respondió: “Lo que está en escombros es tu gobiernito. Cuídate de Diosdado”. El tono frentero de La Patilla ha atraído a cientos de miles de jóvenes. Ravell se reveló como un twittero efectivo e influyente.
Hijo de Alberto Ravell Cariño, fundador del partido Acción Democrática, fue el gran opositor del dictado Juan Vicente Gómez. Desde siempre ha sabido lo que es oponerse a una tiranía. Lo lleva en la sangre. A sus setenta y dos años no le tiembla la voz para enfrentarse cada vez que puede a Maduro. No le importa que el canciller chavista, Jorge Arreaza, sea su primo. Siempre planta cara. En junio del 2015 Maduro llamó delincuente al creador de La Patilla, desde su Twitter le respondió sin que le temblara el pulso: “Delincuentes son los funcionarios de su gobierno que están saqueando al país. Testaferros incluidos”.
Ahora acaba de recibir el peor golpe de su carrera. En el 2015 Ravell participó en un artículo publicado por el diario español ABC en donde vinculaba a Diosdado Cabello en una red de narcotráfico. Tres años después un tribunal chavista a encontrado culpable al periodista. Por daños morales tendría que pagar 2.000 millones de Bolívares Soberanos, una suma cercana a los USD$33 millones. En su programa de la televisora estatal Venezolana de Televisión el presidente de la Asamblea Constituyente se expresó con estos términos de los hechos: "Si la pagas, esa plata será para escuelas, hospitales... Si no la pagas, yo no quiero La Patilla, pero tendré que echarle pierna, Ravell"
