¡No subestimemos la voluntad de Dios!, así como tampoco la frase "dejad ir a mi pueblo", pronunciada hace más de 2000 años por un líder cristiano ante un gobernante déspota, abusivo, ególatra, pareciera tomar vigencia en los tiempos actuales.
En la historia de la humanidad a través de la biblia hemos conocido cómo un pueblo llamado Israel fue sometido a esclavitud por un "líder" que en ese tiempo se llamaba Faraón.
Faraón para nada era un servidor público; todo el pueblo vivía para servir a faraón.
Su poder y autoridad eran supremas y no había ninguna constitución o ley o ninguna legislación más alta o igual a él, se podría deducir que todos los poderes estaban alineados a su favor, tal como ahora.
Se decía que los faraones eran hijos del Sol; ellos eran los amigos de los grandes dioses, de los egipcios, los cuales se sentaban con ellos en sus propios templos, para recibir adoración conjuntamente con ellos, los de ahora, sin ser hijos del sol, piensan que lo son, y actúan igual, aunque la época no es la misma, las costumbres perduran.
¿Pero cuáles eran las características del faraón de hace más de 2000 años?
Era el jefe del gobierno, jefe del ejército y jefe religioso. No se conoce ningún código de leyes egipcio, ya que las leyes eran promulgadas por él.
Según los anales de las historias dicen que el faraón:
*- Se contradecía al prometer que iba a cumplir con lo que los ciudadanos necesitaban, pero luego hacia lo opuesto, decía que les daría la libertad, pero luego se "echaba pa tras"
*- Mentira a la población y no era capaz de remediar sus errores.
*-Atentaba contra los derechos civiles y humanos de los ciudadanos, al someterlos a largas jornadas de trabajo, muchas veces sin remuneración o un sueldo de miseria.
*-No cumplía de manera idónea con sus responsabilidades.
*- Faltaba al respeto a los ciudadanos que no compartían su ideología esclavizante.
*- No rendía cuentas, sobre los impuestos que cobraban al pueblo.
*- Tomaba decisiones arbitrarias que le permiten operar con negocios particulares, pero que no benefician o favorecen a la población ni a la nación.
*-Incrementaba su patrimonio personal de manera fraudulenta a partir de ejercer como Faraón.
Una inscripción por parte de un faraón en un templo antiguo egipcio nos da la idea: “Yo soy aquel que era, y es, y será, y ningún hombre ha levantado mi velo”. El faraón era más que un hombre; él se consideraba a sí mismo un dios, y muchos egipcios estaban de acuerdo, tal como ahora.
Los judíos vivieron largo tiempo en Egipto trabajando como esclavos, hasta que emprendieron el éxodo a la tierra prometida bajo la guía del líder Moisés, quien se enfrentó al faraón. Así lo afirma la Biblia.
Tal como hace muchísimos años la historia parece repetirse.
Los "faraones políticos" siempre han estado presentes en el ámbito político, y son los que han subyugando a nuestro pueblo; ellos siguen creyendo que son hijos del Sol y que todo, absolutamente todo, les pertenece.
"Dejad ir al pueblo" parece ser la frase esta vez "expresada" por un líder político al establecimiento, un líder que de resultar escogido, de hecho, tendrá muchas dificultades en la conducción de este, un pueblo con muchas necesidades insatisfechas, educación, salud, hambruna son solo algunas, no es fácil, pero es posible salir adelante.
Así las cosas... "El cambio en primera"
