Frente a tantas opiniones acerca de la manera en la que se desarrollan las protestas en Colombia, de cómo deberían ser, ante todo pacíficas, una opinión más al respecto ni falta ni sobra.
Para empezar, me gustaría que se vieran el documental Winter on Fire (invierno sobre fuego), que es acerca de la revolución en Ucrania. Es el levantamiento de un pueblo contra todos los incumplimientos y todos los tire y afloje del gobierno de turno ante los irrefutables resultados por la votación del pueblo de Ucrania en su intención y deseo de ser parte de la Unión Europea.
Ante las indecisiones del gobierno de turno para hacer cumplir el contundente resultado del sí, de pertenecer a la Unión Europea, el pueblo sale a las calles a protestar, ¡y de qué manera!, allí hubo también varias "primera línea" que a través de la confrontación lograban mantener su posición en esos sitios que se tomaron para presionar al gobierno a que firmara el pacto para empezar a pertenecer a la Unión Europea.
El gobierno ucraniano empezó a dilatar esa firma. Llegó incluso a pretender convocar a nuevas elecciones y a desconocer el resultado inicial. Todo esto fue exaltando los ánimos de los ciudadanos ucranianos y de una manera heroica salieron todos a las calles dispuestos a dar su vida con tal de hacer respetar su voluntad popular.
Allí se hizo sentir que la voz del pueblo es la voz de Dios. Entre otras cosas porque en cualquier lugar del mundo, el pueblo cuando se revoluciona, es la mayor manifestación de soberanía y poder. Además, ante la premisa de que "el pueblo unido, jamás será vencido", que es la máxima expresión de democracia y frente a la que cualquier gobierno de turno debe entender, respetar y acatar.
Fue tal la lucha de los ucranianos durante esos días de revolución, que no solo lograron que se respetara la decisión de pertenecer a la Unión Europea, sino que lograron que el presidente de turno huyera de Ucrania y pidiera asilo político en Rusia.
El documental es fuerte, en la medida en que muestra de una manera escueta, todas las agresiones de la policía contra los manifestantes, todos los abusos de poder, toda la violencia, todas las violaciones a los derechos humanos, pero lo que más ofendió a los ucranianos es que allí la violencia se ejerció no solo contra adultos sino contra los niños que participaban en las manifestaciones, y por supuesto contra los jóvenes.
A los ucranianos lo que más les molestaba era la manera tan cruel de la actuación de las fuerzas de policía y militares contra los ciudadanos. El reclamo de los ucranianos era que estas fuerzas se fueron lanza en ristre contra todos los ciudadanos, desconociendo que a los que atacaban, eran precisamente los mismos contribuyentes de los cuales se pagaban sus salarios. Los ucranianos se preguntaban frente a la agresividad de las fuerzas militares, ¿por qué tanta agresión contra la gente? ¿Por qué tanto odio?
Los ucranianos en "la primera línea" les decían a las fuerzas del orden opresivas del pueblo, "ustedes también son de Ucrania, ustedes también aman este pueblo, ustedes también tienen familias, únanse a nosotros".
En Colombia, la situación es idéntica. Una lucha contra unas reformas que de entrada se sabía que afectarían las de por sí ya difíciles condiciones de los ciudadanos que son menos beneficiados de la sociedad. Se sabía ya de por sí, de los estragos que ha ocasionado la pandemia en la economía y en los bolsillos de todos.
Posteriormente, un gobierno que se niega a escuchar las peticiones del pueblo. Sabiendo que es el pueblo quien ha elegido a todos los funcionarios para que representen a los ciudadanos en sus propios intereses y para que todo el tiempo estén garantizando el bienestar para todos los habitantes del territorio colombiano.
Aquí ha faltado, utilizando esta palabra cliché, "más voluntad política", para cambiar las condiciones o compromisos del gobierno con organismos internacionales, que son entre otros los que presionan para imponer políticas económicas en tiempos de tanta complejidad debido a muchas situaciones, entre ellas la pandemia.
En este sentido, ha fallado el gobierno para detener las acciones depredadoras de las políticas económicas que se quieren imponer al país, fallan quienes están al frente de estos asuntos económicos para contener toda política económica que en estos momentos sean contrarios a los intereses y que empeoren más las condiciones de vida de los ciudadanos colombianos.
Hace falta de más y mejores diplomáticos que sean capaces de enfrentar estos poderes económicos que quieren o que pretenden imponer sus políticas económicas neoliberales, que son en parte, lo que ha ocasionado la ruina de muchos o de la mayoría de los sectores de la economía colombiana en más desventaja.
También se podría pensar que todo este descontrol en las finanzas del Estado, puede venir del mal manejo e incumplimiento que se les ha dado a "los acuerdos de paz". Obviamente unido a toda la crisis ocasionada por la pandemia. En cierta forma para los días previos a la redacción de unos acuerdos de paz, se convocó a una comunidad de países aliados que estuvieran dispuestos a contribuir económicamente para ayudar no solo a pacificar el país sino a la reestructuración económica de la república, pero, además, a contribuir para atender las necesidades sociales de los ciudadanos más desfavorecidos.
Todos "los acuerdos de paz" quedaron en veremos, frente a la confrontación, para algunos, utilizando otra palabra cliché, se trata de una “polarización del país”, ante la división entre los amigos de la paz, versus, los amigos de la guerra.
Habría que preguntarse, ¿cómo afecta está situación actual a los otros países con los que Colombia tiene compromisos en materia de exportaciones?, ¿podría ser una alternativa desacelerar las exportaciones para concentrarse en los mercados locales?, ¿se requiere de la creación de unas economías locales y ahí estaría la solución para superar la crisis que el país está viviendo?
También se requiere que el país se atreva a presentar propuestas o reformas económicas (tributarias), que se planeen a más largos plazos, así sea que se utilice el doble de tiempo que ha significado la crisis de la pandemia y sumar el tiempo de otras crisis, para recuperar la economía.
Cada crisis trae su afán y cada situación trae sus propias soluciones, siempre y cuando se puedan poner términos más amplios, para poder hacer más llevaderas las cargas y para lograr volver a recuperar el crecimiento económico, que es en el fondo el que permite cambiar las condiciones de vida que la mayoría de los ciudadanos colombianos tanto necesitan.
