El amarillismo creativo de un inquieto periodista valluno despertó el interés de uno de los más famosos comunicadores de la prensa norteamericana. El macondiano ingenio de Henry Holguín no solo lo llevó a inventarse la existencia de un insecto cuya picadura “obligaba” a su infortunada víctima a tener sexo de manera inmediata so pena de morir en las siguientes 24 horas, sino a causar un escandaloso episodio que le dio la vuelta al mundo con el “descubrimiento” de un siniestro personaje nazi entre las intrincadas y húmedas selvas del Putumayo en Colombia.
Sus llamativos y fantásticos informes sobre “la machaca” (el temible animalito del amor) hasta el terrible comandante hitleriano Martín Bormann no hicieron dudar un instante al periodista estrella de la radio en Estados Unidos, Larry King, para desplazarse hasta nuestro país, trayendo detrás suyo no solo su fama sino una particular vestimenta en la que resaltaba un interesante accesorio que solo se veía en las películas “hollywoodenses”: las calzonarias o tirantes.
Despuntaba la década de los años 70, y Larry King, que frisaba los 40, buscó a Henry Holguín, conocido en los medios caleños como El Enano, para que le contara todo lo relacionado con el hallazgo del jefe nazi en el Putumayo. En Pasto, durante una semana, soportando frío y demasiadas incomodidades —era una ciudad muy pequeña y escasos hoteles—, King, que arribó usando unas grandes y gruesas gafas, y luciendo unas llamativas calzonarias que ajustaban sus elegantes pantalones, recopiló toda la información. En su entrevista a Holguín le pidió que justificara por qué creía que el personaje encontrado por él en La Hormiga, y llamado Juan Hartmann, era realmente el jefe nazi Martín Bormann.
Con toda la intención de ir hasta esa región putumayense, King escuchó de labios de Holguín que así lo consideraba porque aquel señor manifestaba demasiadas coincidencias con la figura de Bormann: haber nacido en la misma ciudad alemana, tener la misma edad, presentar una herida en su mano derecha y otras numerosas similitudes. Para El Enano, sin duda, era en ese momento el criminal alemán más buscado en el mundo, y por tal razón agentes del FBI, cazadores de nazis y policías secretos de otros países se interesaron por la noticia.
Es posible que muchos de esos agentes y detectives, con semejante escandalera, ya hubiesen llegado a Colombia. Lo cierto del caso es que Larry King, luciendo siempre distintas y llamativas calzonarias, despertando la atención de propios y extraños, soportó ocho días de intenso y mortificante frío con el deseo de marchar hacia La Hormiga, hasta que el Pentágono con pruebas irrefutables, incluyendo las huellas dactilares, demostró que el campesino alemán refugiado en el Putumayo no era el nazi Martín Bormann. Sin duda, muy frustrado por haber hecho el “oso” informativo que jamás pensó, Larry King arregló maletas, amarró sus atractivas calzonarias y se marchó.
La presencia del prestigioso periodista norteamericano en la ciudad de Pasto no pasó desapercibida para un inquieto mozalbete de escasos veinte años y raíces antioqueñas, que, escapando de su lejana parcela después de participar en estruendosas protestas estudiantiles, salió hacia el sur en búsqueda de aventuras recalando en territorio putumayense y posteriormente en la capital nariñense. Apasionado por la radio, contó con la fortuna de recibir de manos de un paisano suyo la oportunidad de “rodar” música en la Voz de La Amistad. Este locutor de “hora y disco”, se llama Darío Restrepo. En este joven aventurero de entonces no solo quedaron plasmadas la imagen y estilo periodístico de Larry King sino las pintorescas calzonarias. Sujetarse los pantalones de otra manera y que además representara elegancia, conquistó el gusto de este mozalbete, que con el paso de los años se convertiría en uno de los más prestigiosos periodistas de Colombia, llevando su talento y calzonarias a la televisión nacional.
Recordamos a Larry King, ícono de la prestigiosa cadena de televisión CNN, tras registrar su fallecimiento a los 87 años de edad. El reconocido periodista dejó tras de sí una impecable y espectacular carrera. ¡Ah!, y cómo no recordarlo con la moda que nos dejó: sus “Larry calzonarias”, las mismas que identifican hoy a Darío Restrepo.
