Desde que asumió la presidencia, Iván Duque admitió la intención de presentar proyecto de una reforma pensional y otra laboral. Aunque niega haber iniciado el trámite ante el legislativo, existe un proyecto presentado por el senador Álvaro Uribe Vélez que busca reformar la legislación laboral para reducir garantías y derechos a los trabajadores, sobre todo a los jóvenes.
La intención del gobierno nacional es tramitar una reforma al sistema pensional que permita en primera medida eliminar los aportes que el Estado le asigna al régimen de prima media (40 billones aproximadamente), logrando unificar los regímenes de pensiones en un solo sistema de capitalización, haciendo que Colpensiones trabaje con las mismas reglas de los fondos privados. Mandado que le hace Duque a la OCDE, pues esta reforma es una más de sus “sugerencias” a los países asociados.
Por otro lado, dentro del paquetazo también se incluye la “sugerencia” del ajuste de parámetros: elevar la edad de pensión, reducir la tasa de reemplazo, disminuir la pensión sustitutiva, propuesta que sin duda desconoce las variables que dificultan acceder al derecho pensional para los colombianos y que imposibilita mucho más a las mujeres de este país su derecho a una vejez digna.
Los cambios anunciados para la propuesta de reforma pensional evidencian la pretensión del presidente Duque de evadir la responsabilidad de este y los anteriores gobiernos sobre la crisis económica que atraviesa el país, y la intención de descargar sobre los colombianos el peso de un sistema pensional desbalanceado a causa de las altas tasa de informalidad y desempleo que no permiten cumplir con las condiciones sobre las que se planteó especialmente el régimen de prima media.
Este 21 de noviembre se movilizará el país y me sumo a esta convocatoria para rechazar el paquetazo de Duque de forma pacífica y creativa, donde no solo las centrales obreras del país, las asociaciones gremiales, los estudiantes, maestros y los artistas convocan esta jornada para hacerle frente a las políticas de la OCDE, las de “la flexibilidad laboral” (que no son otra cosa que la posibilidad de contratar y cotizar por horas, legalizando con esto la inestabilidad y la informalidad laboral), el salario mínimo más bajo para los jóvenes y el ataque al régimen de prima media, que tanto les molesta y que su cobertura solo llega al 30% de los cotizantes.
