A propósito del escándalo de la conducta delictual de los hijos de los mesías, que son formas de violencia, la sociedad sobrevive en medio de tantas formas de delincuencia, acá una pequeña clasificación para dummies:
El criminal de cuello blanco, perfumado y elegante, que delinque dentro del marco legal, mediante el tráfico de influencias y la contratación, el nepotismo y el clientelismo. Son sociopatías , que viven confortablemente, gozando de todos los privilegios y, aceptados por los grandes medios y espacios sociales de elites.
El criminal chabacán, traqueto, sin escrúpulos ni valores, que desea vivir como el de cuello blanco, rodeado de mujeres trepadoras , que son las de mostrar. Se alian con sectores políticos para lograr sus cometidos y, para ello financian empresas, emprendimientos, y campañas políticas.
La delincuencia común.
La del atraco, el raponeo, del jíbaro, del secuestro, la trata de blancas, la explotación sexual, del jaloneo, la del estafador, que son a diario , que se vive en las ciudades y campos del país. Incrementado por la migración imparable , producto también de la violencia política. Muchas de estas formas son causadas por el desempleo , y el hambre , y otras hacen parte de la división del trabajo de grandes empresas criminales, y del narcotráfico.
El feminicidio y la violencia intrafamiliar.
Como una plaga se conocen con una inusitada frecuencia el asesinato de mujeres, en todos los estratos, por hombres cegados por los más bajos sentimientos y el machismo. Y la violencia intrafamiliar , esa que no se ve, que se vive al interior de las casas , y que muchas veces sus integrantes soportan , si no hay una tragedia, por perjuicios sociales, intereses económicos y, algunas veces religiosos.
La violencia laboral.
El elevado desempleo, y el alto costo de la vida, lleva a las personas a someterse a la explotación por un empleo , especialmente en el sector público.
Las personas ven la posibilidad de un empleo vinculándose al mundo de la politiquería, no importa el partido que sea, y para ello deben de hipotecar su pensamiento, y su dignidad , para conseguir un trabajo, representado en un contrato de prestación de servicios, o un trabajador oficial, y la misma lógica pero ya a un nivel superior, son los cargos de libre nombramiento y remoción. Lógicas que no cambian ni en el gobierno del cambio.
El sector privado, especialmente el de las grandes empresas ,y multinacionales, también tienen sus prácticas clientelistas , donde todo está por investigar.
La violencia de la movilidad urbana.
Transportarse en Bogotá , especialmente , es una tragedia. La violencia de los conductores de motos , es incontrolable, sumado a la de los del servicio público. A diario se ven heridos y muertos causados por la anarquía de los motociclistas, protegidos de ciertos sectores políticos. Y ni que hablar del transmilenio, aunque ha bajado los actos de agresiones y hurtos , mientras no haya un verdadero sistema masivo de transporte, el hampa siempre va a estar al acecho. Mientras tanto los políticos peleando, en el peor ejemplo institucional, si el metro es por arriba o por abajo.
Así las cosas la paz total no deja de ser una utopía.
