Comisión de la Verdad: testimonios desgarradores II

Comisión de la Verdad: testimonios desgarradores II

Estos testimonios muestran que el horror de la guerra sobrepasa a cualquier mente siniestra. Y no solo fueron partícipes paramilitares, ejército y guerrilla

Por: Dustin Tahisin Gómez Rodríguez
julio 27, 2022
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Comisión de la Verdad: testimonios desgarradores II
Foto: Wikimedia

Esta segunda parte la voy a denominar perdón e iniciamos con estos párrafos tomados del Informe Final.

"Los falsos positivos. Fue este el nombre que les dieron las mamás a los jóvenes asesinados por miembros del Ejército, donde todo fue falso: la oferta de trabajo para reclutarlos, el combate fingido, los trajes y botas de guerrilleros, las armas sobre sus cadáveres, el dictamen de Fiscalía como «muertos en acción armada» y la acción de la Justicia Penal Militar. Si hubieran sido diez, sería gravísimo. Si hubieran sido cien, sería para exigir el cambio de un ejército. Fueron miles y es una monstruosidad. La JEP hizo público el número 6.402, que se volvió consigna en los murales callejeros, y la Comisión considera que pueden ser muchos más. El crimen se produjo en casi todas las brigadas y están implicados directamente desde soldados hasta varios generales. No había una ley u ordenamiento escrito que lo mandara, pero el sentir de los soldados que disparaban era estar haciendo lo que la institución quería, por los incentivos y presiones que demandaban resultados inmediatos de cadáveres, la publicidad que se daba a «los dados de baja» y la protección a los perpetradores “(JEP,2022, p.26)

Los falsos positivos, que son un eufemismo para caracterizar como el Estado colombiano por medio de los que tienen el  lema “patria honor y lealtad” y que tiene como obligación constitucional  la defensa, la soberanía, la independencia, la integralidad del territorio nacional como el orden constitucional asesinaron a ciudadanos indefensos que no tenían nada que ver con el conflicto armado interno y que por ser pobres o  con problemas cognitivos fueron ajusticiados  y presentados como bajas para ser recompensados. Una política de Estado de la muerte de la “Seguridad Democrática “. ¿Cómo es posible que un Estado que pregona ser la “democracia de América” les pagaba a sus militares para matar a sus ciudadanos?, ¿cómo es posible que el ejército se confabulará para tener “honor y lealtad “por medio del asesinato sistemático?, ¿cómo es posible que digan que son algunas manzanas podridas cuando como mínimo son 6402 personas a nivel nacional fueron eliminados por prebendas económicas y sociales?

“El dolor de niñas y niños. Fueron más de 30.000 los niños y niñas vinculados a la lucha armada cuando tenían quince años o menos” (JEP, 2022, p28).

La guerrilla con su eslogan de “revolución” caduca, son otros asesinos que utilizaron a niños para adoctrinarlos y quitarles la inocencia al portar un fusil y matar a otro que no conocían son los mismos que secuestraban y robaban la vida al tenerlos amarrados, encadenados. ¿Cómo e posible que la los “representantes del pueblo” fueran perpetradores de semejantes vejámenes? ¿Cómo es posible que la guerrilla que habla desde y para el “pueblo” utilizó menores para que el ejército los bombarderos con sus aviones?, ¿cómo es posible que la guerrilla, otro actor que se benefició de la cocaína fuera perpetrador de la muerte si supone que nos estaban liberado de la opresión capitalista, patriarcal de las elites?

“Finalmente, lo que ha sido grave por el dolor y la injusticia sobre las víctimas es la constatación de iniciativas empresariales protagonistas en el conflicto que pagaron a grupos paramilitares con el fin de desplazar y despojar de las tierras y los territorios a las comunidades, e implantar negocios de agroindustria o minería, o que dentro de los emprendimientos estigmatizaron a los trabajadores y son cómplices de asesinatos de centenares de sindicalistas. También lo es la puesta en evidencia de empresas que pagaron a los grupos armados grandes cantidades de dinero como costos de transacción indispensables para mantener activos los proyectos. Y la realidad de actores económicos que, desesperados por la guerrilla y ante la inseguridad, contribuyeron a la creación de las Convivir y en otros momentos buscaron a los paramilitares para que trajeran su seguridad de terror. Luego estuvieron los que se aprovecharon de las tierras abandonadas en medio del terror para comprar con testaferros y establecer proyectos. Y otros que con dinero pusieron a miembros de las Fuerzas Militares a su servicio privado”. (JEP,2022, p.39).

Estas escabrosas historias no solamente fueron participes los paramilitares, los militares y la guerrilla. También fueron algunos empresarios de la agroindustria y de la minería que usurparon tierras, se aprovecharon de las masacres de los paramilitares para comprar a precio de huevo las tierras desalojadas a punto de plomo.

También fueron los que financiaron y con su avaricia se catalogan “gente de bien” pero tienen las manos manchadas de sangre, de miles de personas que lo único que hicieron mal fue nacer en un país donde la minoría tiene todo y la gran mayoría se pelea por el pan.  A esta “gente de bien”, estos señores de “corbata” son igual de asesinos. ¿Cómo es posible que la agroindustria que supuestamente contribuye con el “crecimiento económico y el desarrollo” ayudará con el asesinato de gente y reglamentar la muerte por medio de la usurpación de tierras que fueron tomadas con sangre y fuego?, ¿cómo es posible que un país que se considera el segundo con mayor biodiversidad utilice sus recursos naturales para eliminar humanos y potencializar un modelo económico de muerte como es el neoliberalismo?

Lo único que me queda es pedir perdón

Enlace del informe

https://drive.google.com/viewerng/viewer?url=https://embeber-pdf-arc.s3.amazonaws.com/Declaracion+Informe+Final+version+PDF++con+portada-1656869668273.pdf

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