Advertencia, la siguiente columna puede tener contenido sensible para los ojos colombianos, se usaron estudios científicos comprobados por la Universidad Calle y Vida Pura, patrocinada por el grupo intelectual 0-ficio y la facultad sin derecho de la UCVP.(Universidad Calle y Vida Pura)
Como se viene viendo, los colombianos cada día son más “sensibles” y “tolerantes” con el otro, pues a diferencia de países como Canadá, Australia y Alemania, tierras habitadas por personas “aburridas”, poco “sociables” y “encerradas sí mismas”, que no tienen noticias y en la prensa solo tienen un muerto al año, y eso, por vejez. Nosotros, tenemos más de 9 al día.
En Colombia sí que nos la gozamos y vivimos la vida loca como se debe. Solo en el año 2013 y 2014 fueron asesinadas 164 personas de la comunidad LGBTI, según lo revela la ONG Colombia Diversa, ¿la causa? ¿Quién va querer un marica en esta sociedad, cuando aquí lo que se necesita es macho, y mujer que esté lista para parir y criar chino?
Y si hablamos de los compadres de la costa caribe y la costa pacífica no nos quedamos atrás, ya que con su forma de caminar, vestir, hablar y cabellos ondulados, incentivan a la acción nada “intencional debo decir”, de los paisanos interioranos y no interioranos de la patria, a golpear, maltratar y pisotear sin razones, o si, también con razones, porque sí y porque no, y eso si es un hit.
Es que Martin Luther King y su lucha por la libertada de igualdad fue una pérdida de tiempo. Este personaje dijo en algún tiempo de la historia que tenía un sueño:”El que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo. Todos los hombres son creados iguales”. (EEUU)
Consecuencia de esto, países como Alemania, Australia y Canadá se convirtieron en naciones que se silenciaron en dolor y adoptaron la mala postura de respetar al otro. Muestra de esto, en esos países no hay más de 6 muertos al año! ¿Aburridos no? Viven en tolerancia y aceptación pura, que a cualquiera asusta.
Sin embargo, en el país del divino niño se adoptó el verdadero significado del credo según judas, matar o morir, usted, decida cómo. No se le llama por el nombre al de al lado sino que se le dice, mami, negra o mechudo, la razón, ¿y eso para qué? Lo que comprueba que el nombre que nos ponen de pequeños, es un trámite más que se hace por pura política y deber patriótico, pero que no se usa porque ¿y eso para qué sirve?
Dice la constitución política del 91, que somos un país pluriétnico y multicultural, cuyos valores se rigen de la mano de Dios guía y salvador y la ley que no protege, no obstante, nos llevamos el primer lugar en rechazar al otro porque no se parece a mí, porque es mechudo, narizón o de otro color y como si fuera poco el premio en salvajismo innato.
¿Quién dijo que respetar paga? Aquí se goza irrespetando al otro y si no que lo digan las autoridades policiacas que te detienen en la calle en plena vía pública, te detallan como cerveza fría, te intimidan como Goku vs Jiren en plena batalla, te requisan como lechona en navidad y al final te sacan de taquito como a Colombia en el mundial 2014. Sin anestesia, con trampa, sin razón y sin consuelo.
Es que los derechos, el respeto y la tolerancia en esta parte del mundo está sobrevaluada. Ya la gente dejó la moda de respetar al otro sin importar como es, quien es, como viste y como habla, eso ya no se usa. Ya se dejó a un lado eso de llamar al prójimo, prójimo. Ahora matamos por equipos de fútbol, por camisetas, por razas, por regiones y porque sí.
Y si se es mujer mejor, más material para aprender la técnica popular del piropeo abusivo “Mami quisiera ser la varilla de ese brasier (sostén) que llevas puesto para cargar ese paraíso” ¡insólito que en Francia no lancen semejante poema a las mujeres!, y se hacen llamar países del primer mundo.
No dejemos de lado a los hombres, de esos de pelo apretado, altos, con camisas y pantalones anchos al mejor estilo yanqui. Esos hombres robustos que cuando salen de su carro, casa, trabajo o residencia con solo mirarlos le encuentran profesión de ladrón o narcotraficante.
Y ni que hablar de los ejecutivos de pelo apretado, que con saco y corbata alimentan más el radar y con solo el hecho de mostrar pinta de tener lo que el otro no, le nombran a la mamá y lo tildan de rata, ¿Por qué ese, tendría que tener un carro? Si no me cree, vaya a Barranquilla, allá hay protagonistas de estas flamantes historias.
¿Mejor así no? Es que el cambio social que produjo Luther King, Malcom X, Nelson Mandela con sus discursos de igualdad social hizo de muchas naciones del mundo muy respetuosas, aplomadas y diplomáticas, generaron discursos que disminuyeron índices de acciones indebidas e inhumanas por parte de los civiles y la fuerza pública. Pero, ¿quién va querer vivir así?, ¿quién va querer tolerar al otro?, ¿aceptarlo? No, eso no tiene chiste. Sea como nosotros, el color aquí es sinónimo de guerra, injusticias , calumnias y maltratos.
El tener una forma de vestir, hablar y hasta de origen es igual a atravesar el Triángulo de las Bermudas y desaparecer sin razón, sin rastro y con violencia, es decir muerto. Esa es la Colombia más humana, la que queremos ¿ahora entiende por qué somos los primeros?
