Asia lidera la vanguardia del sector salud a nivel mundial. Una reciente publicación del Health Care Index de la CEOWorld Magazine, que evalúa el nivel de calidad de los sistemas de salud en 89 países del globo, determinó que la isla de Taiwán ocupa el primer lugar, seguida por Corea del Sur y Japón. Además, Tailandia se ubica en la sexta posición. El resto del top 10 está compuesto por países europeos (Austria, Dinamarca, España, Francia y Bélgica) y Australia.
América Latina no salió bien calificada, siendo Ecuador (25) y Argentina (27) los mejores posicionados en el ranking. Colombia está en el número 35 por encima de vecinos de la región como Uruguay (39), Chile (44), Costa Rica (50), Perú (62) y Brasil (63). Muy lejos está Venezuela (89) que aparece como última del listado.
El caso colombiano es particular. Por un lado, la cobertura es muy amplia con 90% de afiliados, bien sea en régimen contributivo o subsidiado, tal y como lo indica el Centro de Estudios Económicos Regionales del Banco de la República. Pero, por otro, las quejas respecto de la atención son recurrentes y muchos colombianos tienen que acudir a mecanismos judiciales como la tutela para recibir medicamentos o tratamiento.
En agosto del 2018, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicó un estudio que analizó las condiciones del sistema de salud en todo el continente. El 70% de los colombianos encuestados afirmó que tenía una percepción negativa sobre la calidad del servicio recibido. El ministro de Salud Juan Pablo Uribe, quien viene de ser la cabeza de la Fundación Santa Fe, uno de los centros de salud líderes en el país, es el llamado a enfrentar el problema.
Una de las medidas que ha tomado en el primer año de la administración Duque es el Acuerdo de Punto Final, que pretende sanear las millonarias deudas del sistema, y la puesta en marcha de la ley de residentes, promovida por el exministro Alejandro Gaviria, que busca remunerar a los médicos residentes con un pago de aproximadamente dos millones de pesos mensuales.
La lista de los 89 estados fue realizada a partir de estadísticas que tuvieron en cuenta la infraestructura, la cantidad y calidad de los profesionales de la salud, sus competencias, el costo en dólares per cápita, el abastecimiento de medicinas y la preparación estatal en caso de emergencias. A su vez, otros aspectos como factores ambientales, acceso a agua potable, sanidad y obesidad fueron incluidos.
