El tema de Isagén no es solo la legalidad, es también la imposición a las malas de algo que no se tramitó en forma ordenada ni transparente
Es triste pero hay que aceptarlo: el camino que llevaba trazado para convertirse en ídolo del Real Madrid se ha destruido quizás para siempre
Enero es corto como polvo de gallo. Enero es triste como un miércoles de ceniza. Enero es seco —en el Caribe— como el beso de una monja.
Para qué santos demonios venden Isagén cuando el fin último de este circo no era sino apuntalar al vice en una presidencia que tiene ganada hace un buen tiempo
Antioquia y el Valle en la olla
A estas alturas no parece posible que confluyan en el tiempo los procesos de paz con las Farc y el ELN
En Colombia, el asesinato y el maltrato infantil ya se salieron de madre
A la bestia facebookiana no le queda más remedio que hacerse una vida de mentiras