Diomedes Díaz fue el primero en caer en el vicio. Otros como Julián Rojas y Juancho de la Espriella también han tenido que batallar con una fama que se vuelve fatal
La barranquillera abandonó la actuación para convertirse al judaísmo. No solo cambió su nombre a Sarah Mintz sino que tampoco puede tocar a ningún hombre que no sea su esposo