Durante 2 décadas fue sinónimo de lujo y excesos y hoy es un edificio vacío bajo la SAE porque su dueño Jairo Alarcón fue condenado por trata de mujeres
Entre el frío cundiboyacense y unas cuantas cabezas de ganado, Rodolfo Palomino administró un predio ubicado en Simijaca, el cual está en manos de la SAE