En un mundo lleno de máscaras, donde cualquier voz se arregla a punta de autotune, Yina ha cometido el error de ser ella misma. Sí, sabemos que se ha hecho más de una cirugía y todo eso, pero Yina es auténtica y rebelde, como una estrella de rock. En plena pandemia fue capaz de poner el mundo patas arriba con sus fiestas de enanos en una piscina, violando cualquier tipo de medidas de bioseguridad. Y sobrevivió a eso, a una pandemia y al escarnio público. A Yina no le gusta ir a medias por la vida ni le teme a lo políticamente incorrecto.
Y, mientras que la Liendra y demás adefesios se arrastran por los calabozos de las redes intentando ganar adeptos a punta de lástima, simulando ser buenos, Yina si que sabe como ganar seguidores siendo ella misma, con los riesgos que asume, como, por ejemplo, sus canciones, sus covers que generan tanta controversia. Si, Karol G se apodera del mercado internacional, arrodillando a estrellas de Hollywood como Jamie Lee Curtis o Ana de Armas. Es obvio que Karol G tenga todas las de ganar, tiene talento y belleza, pero, con lo poco que tiene, nuestra Yina Calderón ha sabido cautivar y crear una audiencia y una caudalosa fuente de dinero a punta de haters. Es increíble que no noten que la gran y genial Yina se burla de ustedes. La capacidad que tiene de burlarse de ella misma es un síntoma inequívoco de inteligencia.
Por eso, me gustaría dejarlos con una de sus canciones. Es refrescante, en medio de un país que se hunde, poder sanarnos con esto. Claro que es una humorista:
