Las armas eléctricas taser pueden ocasionar la muerte de una persona: según la base de datos del periódico The Guardian, en el año 2016 los fallecidos por estas descargas eléctricas fueron 22, tan solo en Estados Unidos. En Colombia aún no se registra la primera muerte causada por estas armas eléctricas, pero estamos a tiempo para preguntarnos ¿es necesario que alguien muera para entender que son peligrosas?
En nuestro país solo existe un distribuidor de la marca taser: se trata del comercializador EAGLE COMMERCIAL famoso porque —según registra el diario El Tiempo el 29 de julio de 2014— la empresa presentó líos por venderle a la Policía de Bogotá equipos que nunca sirvieron, por un valor de 1.228 millones de pesos. Desde entonces, la empresa EAGLE COMMERCIAL poco se le ve en las licitaciones públicas hasta que reapareció recientemente: mayo de 2017.
La Gobernación de Boyacá adjudicó la compra de 43 armas taser y cámaras de alta resolución que son para la Policía Metropolitana de Tunja por un costo superior a los 9 millones de pesos cada una; incluye la batería, funda, cartuchos y una capacitación. El proceso fue realizado por contratación directa: contrato CD-GB-1663-2017 por $974.024.719; las armas taser suman aproximadamente 400 millones de pesos, tal como lo muestran los estudios previos del contrato (Ver: Estudios previos 1).
Como ya es costumbre con las entidades estatales, las cifras no coinciden entre las propuestas y el valor definitivo. El valor cambia, porque como se observa en la hoja 1 del contrato 1663, este es de 974 millones y pico; pero en la hoja 4 del mismo contrato, la propuesta es de 973 millones y algo. Aquí me entra la siguiente duda ¿por qué siempre las cifras cambian en favor del contratista, jamás en favor de las entidades estatales? Aunque el valor del aumento no es significativo, queda el sinsabor de saber que los contratistas son “bendecidos” por los errores de los funcionarios (Ver: Contrato 1663).
La empresa EAGLE COMMERCIAL también ha estado vendiendo pistolas taser y cartuchos últimamente en varios municipios de Boyacá: hace 2 meses el municipio de Otanche compró cartuchos para las taser, pero no las pistolas, por un valor de $5´414.690 (Ver: Contrato Otanche). En el municipio de Briceño adquirieron una pistola por valor de $9´710.360 (Ver: Contrato Briceño).
De acuerdo con el informe de gestión de 2016 del alcalde de Villa de Leyva, Víctor Hugo Forero Sánchez, el último contrato de este municipio fue el N° 199 para la compra de armas no letales, dispositivos de disparo taser, por un valor de $25´600.000. El documento del contrato no lo encontré en el portal de contratación estatal SECOP, pero donde sí hallé información de dicho contrato fue justo en el Informe de Gestión Vigencia 2016. (Ver: Resumen del informe Villa de Leyva).
La adquisición de las 43 armas taser no deja de llamar la atención porque la experiencia presentada para los estudios previos fueron los contratos acreditados en el año 2014; estos estudios contaron con la firma de una persona de confianza del Gobernador de Boyacá, su “mano derecha” y quien lo ha acompañado desde sus inicios: la ingeniera Ana Carolina Espitia Jerez, hoy Secretaria General de la Gobernación, y quien ha tenido el encargo de ser Gobernadora. (Ver: Visto bueno Carolina Espitia).
Por esta razón, NO VALDRÍA que el gobernador Carlos Amaya saliera a decir al mejor estilo “samperista”, que todo sucedió a sus espaldas, mientras él disfrutaba sus vacaciones en Europa y Carolina Espitia cumplía sus sueños por la misma fecha, a costas del erario, en el Tour de Francia.
En conclusión, las armas taser sí son letales: sentado en el poder, es fácil olvidar cuando se exigía a través de marchas mejorar la educación pública, o exigir la atención del Gobierno para los agricultores, como parece que le ocurrió al gobernador Carlos Amaya, que se alineó con las ideas de Pachito Santos porque ahora adquiere 43 armas taser para meterle voltios a los muchachos y a los campesinos, o si no ¿para qué serán?, acaso ¿es Tunja una ciudad donde se amerite la compra de estas armas? Ojalá no tengamos ningún muerto qué lamentar.
Adenda: ¿Para cuándo el Gobernador Carlos Amaya cumplirá su promesa de subir a la página web de la Gobernación, el famoso “convenio” firmado en Europa, que habla de los posibles 180 millones de dólares de inversión para Boyacá?
