Sí, cómo es que no se le había ocurrido a nadie semejante genialidad, es magnífica iniciativa la que se agita, la oportunidad del país, por fin la puerta abierta para la reconciliación de este pueblo inconforme, arrastrado, vengativo ¡¡Amnistía para todos y por todo; todos en la cama y nadie en el suelo!!
Perdón, indulto, amnistía, lo que sea, a quién le importan los tecnicismos; pero que tenga la forma perfecta de borrón y cuenta nueva. La sociedad colombiana tiene que mirar al futuro con la cara en alto, dejar de escarbar buscando verdades que no contribuyen a la reactivación económica ni a la imagen del país en el exterior. Nadie lo dude, es hora de tratar a todos con los mismos privilegios de esos exguerrilleros de las Farc en el Congreso.
Nobel para el expresidente Uribe por la idea, amnistía para los expresidentes con cola, perdón para siempre, perdón a los que tuvieron que vérselas con falsos positivos, con la parapolítica, también a los asesinos de líderes sociales.
Y ya entrados en esas, buscando ser neutrales en una fórmula de justicia que cobije a todos por igual --porque definitivamente en este desorden todos se han visto obligados como víctimas de buena fe a untarse las manos--, sería momento de aprovechar para saldar cuentas con Samuel Moreno, los Nule, cómo no, y extenderlo a todo el combo de Hidrohituango, Iván Márquez y Romaña otra vez; y no se olviden, ni más faltaba, de los de Reficar e Interbolsa, y la Unión Temporal Centros Poblados antes de que injustamente y sin el debido proceso les caduquen los contratos y les vulneren el derecho al trabajo.
Aquí hay que ser lo suficientemente imparciales, humildes y dejarse de sucias revanchas: así que todos aquellos merecen la garantía de aspirar o volver al Congreso y a las gobernaciones y ganar sus pensiones sin límites, y sin que se vean nunca más forzados al contratiempo de tener que elegirse en cuerpo ajeno por intermedio de primos e hijos. Con la amnistía y las trompetas de ese nuevo amanecer sin más pérdida de tiempo revolviendo fosas comunes del pasado, archívense, todos a una, las costosas investigaciones en la Procuraduría y la Contraloría; descanse la Fiscalía. Al fin una verdadera descongestión de despachos y expedientes, porque cada proceso de estos cuesta mucho, mientras pasa el tiempo muerto hasta que llegue la prescripción, el vencimiento de términos o toda esa nomenclatura a la que toca acudir.
Se cuenta que durante la Colonia, en Tenerife – Magdalena se instaló la primera Casa del Perdón de América. Era una fórmula de indulto que les permitía a delincuentes obtener redención de condenas y delitos si llegaban hasta ese lugar tras un recorrido lleno de peligros por el Magdalena y tierras salvajes; si posteriormente tocaban las cadenas allí puestas a modo de símbolo y juraban jamás reincidir. Una dispensa de la Corona, porque desde luego para qué se tiene corona si no es para repartir privilegios y clemencias.
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Siguiendo la fórmula, si por alguna razón no resaltase aceptable la amnistía tan en buena hora propuesta, podrían ser al menos tres días, como los días sin IVA
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Siguiendo la fórmula, si por alguna razón no resaltase aceptable la amnistía tan en buena hora propuesta, podrían ser al menos tres días, como los días sin IVA. De ese modo y por tiempo limitado quien toque la posta, tapo remacho, quedará emancipado, dejará de ser estigmatizado y conseguirá subir al Arca de la reconciliación nacional.
Asesinos, bandidos, funcionarios corruptos, violadores, genocidas, pedófilos, parapolíticos, atracadores, paramilitares, guerrilleros, secuestradores, extorsionistas, fleteros, todos damnificados del mismo país que tiene la magia de envolver en una bruma viscosa a víctimas y a victimarios, todos merecen la ocasión. Una idea sabia ¿Cómo no se le ocurrió a nadie antes? Bien vale la pena volver a preguntarse.
“Y aun crecerá la audiencia sobre las escalinatas, pues no ha finido el censo.” (J. Zalamea)
