Trabajo en una oficina de asesorías contables y laborales en Acacías, Meta, lo más común de escuchar día por día en mi trabajo, son las liquidaciones laborales, a la semana al menos unas 5 personas llegan a recibir asesoría sobre su liquidación, ya sea porque no consideran justa su paga, porque fueron despedidos sin justa causa, etc., pero de los casos más tristes es cuando las mujeres son despedidas de sus trabajos por quedar en embarazo.
La nueva licencia de maternidad, Ley 1822 del 4 de enero de 2017, ¿ha despertado acaso aún más discriminación hacia el género femenino en el ámbito laboral?. Esto parece un chiste, parece una buena noticia que las mujeres tengan más tiempo de calidad con sus hijos, pero ahora las empresas prefieren librase de esa platica de más, ya que además de que su empleada no asistirá a el trabajo por un periodo de 18 semanas, se le pagara el sueldo común y corriente y además tendrán que buscar un remplazo para su empleada, lo que demanda aún más gastos; así que prefieren simplemente abstenerse de contratar personal femenino.
Un chiste de mal gusto, cuando hoy las mujeres luchan por ser tratadas con equidad en cualquier entorno, no si se esto sea una realidad contundente, hace apenas unos meses se aprobó esta ley, personalmente veo venir una mayor tasa de desempleo para las mujeres, esto no es equidad para nadie, el estado debió ser más creativo con las nuevas licencias de maternidad, para que las mujeres no solo pasaran más tiempo con sus hijos sino que tengan más opciones, por ejemplo, trabajar desde casa; además que las empresas no se vean amenazadas con pérdidas, sobre todo las empresas pequeñas, y que se incluya aún más responsabilidad de parte de los padres en la crianza y cuidado de sus hijos.
Con todo esto hay empresas que aun sabiendo los castigos de la ley frente a desamparar a sus empleadas en estado de embarazo, prefieren despedirlas y pese a esas leyes de protección a la mujer, aún hay mujeres que desconocen por completo sus derechos o prefieren no dar a respetar sus derechos por miedo a enfrentarse a un proceso largo y a lo mejor costoso.
En Colombia hay muchos casos que pasan totalmente desapercibidos justamente por el desconocimiento de la ley, por el miedo de que todo el dinero se pueda ir en asesorías de un abogado o por el simple miedo de que la empresa tengan represarías en contra de sus demandantes. Lo cierto es que hay personas dispuestas a ayudar y asesorar, el dinero es lo de menos cuando se trata de defender mis derechos como mujer y así evitar que en un futuro más mujeres sean vulneradas, espero que las futuras madres que lean este pequeño articulo puedan de alguna manera sentirse apoyadas.
