En la iglesia 'Pare de sufrir', el pastor decidió entrar su carro último modelo. Muchos de los feligreses pensaban que lo iba a regalar, que iba a hacer una ofrenda para alguno de los presentes. Pero se equivocaron. Cuentan que salió por el sun roof, la ventana corrediza del techo, y con micrófono en mano comenzó a pedirle a sus seguidores que tocaran el carro para que fueran bendecidos por Dios.
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Su novela póstuma En Agosto nos Vemos arrasa en ventas y ahora el edificio público inaugurado el año pasado ganó un gran premio de arquitectura europea
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