Aunque mi experiencia como conductor no es muy amplia, he evidenciado en estos 12 años de conducir motocicleta y trabajar en el tema vial como instructor y auditor vial la falta de amor propio y las deficientes bases de formación vial que nos preceden. Esto se da mucho porque al tener conciencia de nuestro entorno, lo primero que recibimos de este es la necesidad de “competir”, aunque al final no haya más premio que la muerte o una lesión.
En nuestras calles circulan a diario, sin que lo sientan o perciban así, muchos kamikazes. Se comportan como uno porque al obtener una licencia sin la formación adecuada y por la falta de ética de quienes las deben avalar son la mezcla perfecta para la tragedia que hoy en día nos tiene a los motociclistas y biciusuarios como las victimas más recurrentes.
Sin embargo, sale a la luz pública la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), una entidad que como pasa con toda norma o ley entró en vigencia hasta hace un año, pero después ser requerida por la ley 1702 del 2013, cuatro años atrás (o sea, 3 años tarde) y como pasa hoy en día con todo el tema gubernamental toca legalizar los más de 200.000 millones de pesos que tienen acumulados por el 3% de todos los SOAT emitidos desde esa fecha hasta hoy, para que ante la opinión pública y los entes de control se muestre que se está haciendo algo, así sea por acomodar cifras.
Las únicas campañas significativas que he visto, son las protagonizadas por nuestro insigne ciclista, Rigoberto Urán, donde refuerza la necesidad de respetar al ciclista en la vía. Por lo demás las demás campañas solo se focalizan en mostrar lo malo de cada actor vial y de por si las motociclistas llevamos la peor parte.
Aún sigo esperando que la ANSV muestre la “Catedra de seguridad vial” que junto al Ministerio de Educación y que según la ley 1503 del 2011 deberían implementar a más tardar en el 2014, pero ya vamos llegando al 2018 y esto aún no se visualiza.
No conozco el director, pero al revisar su hoja de vida extraída de la página oficial de esta entidad, solo me muestra que es un excelente relacionista público, pero por ningún lado veo su experiencia en el tema vial o siquiera haber trabajo en ese campo… Espero sí, que los directores y/o asesores que tengan, suplan la ya visible inexperiencia de su cabeza gerencial.
Con todo esto y desde mi ingenua experiencia estoy seguro que lo que hoy se está haciendo a las carreras por legalizar esa platica, solo servirá para eso, legalizar y que todo dato estadísticos en reducción de accidentalidad o muertes, que reduzcan será la panacea de gloria para una entidad descentralizada que poco o nada ha contribuido a mejorar la percepción e seguridad vial por la cual nació.
