Como lo afirma Naciones Unidas, "En 1948, la Declaración Universal de los Derechos Humanos los situó en el terreno del derecho internacional. "Más aún, "La Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) fue el primer documento legal de protección de estos derechos". Es decir, se establece desde el siglo pasado que todas las personas por el hecho de serlo, deben tener acceso a esas condiciones que le garanticen una vida digna. Debe ser entonces un principio rector para la humanidad. Aquellas naciones que más padecieron las consecuencias de las violaciones a estos derechos, se han convertido en sus abanderadas, por lo menos hasta ahora.
Sin embargo, el espectáculo que estamos presenciando en el mundo y en particular nosotros los colombianos, plantean serias dudas sobre el verdadero reconocimiento de todo aquello que le permite a todo ser humano hacer realidad el ejercicio de su libertad, de sus facultades y el acceso a bienes básicos para su subsistencia. Este es el espectáculo que ha venido dando la Unión Europea frente al desespero de ciudadanos provenientes de países en guerra o en crisis, que buscan —como señalan algunos— el sueño del mundo feliz de estos países. ¿Qué será lo que realmente ha frenado a Europa para cumplir con una de sus grandes banderas en un momento tan crítico?
Por fortuna Alemania está dando una lección de solidaridad y con Francia se está tratando de encontrar la fórmula para que todos sus miembros: o acepten una cuota de inmigrantes o paguen altas sumas por no hacerlo, de manera que se financie el costo de su ubicación en aquellos que sí están dispuestos a recibirlos. ¿Dónde quedaría la solidaridad, base de esta Unión de países? Parecería que sucumbe ante la crisis económica aún no resuelta y sin grandes perspectivas de cambio en un futuro próximo.
El caso de la difícil situación en la frontera colombo-venezolana también contribuye a poner en duda el verdadero compromiso del mundo con la violación a los derechos humanos. Pruebas hay suficientes sobre la forma como han sido expulsados y amenazados los colombianos que vivían en zonas cerca a los límites éntrelos dos países. Pero independientemente de las fallas que haya tenido Colombia en el manejo diplomático de esta crisis humanitaria, lo que resulta difícil de entender es que ante la violación de derechos humanos, aparentemente el país se quedó con el encuentro entre los presidentes de las dos naciones en cuestión, como la única salida a esta situación.
Y no se trata solo de la actitud de los países vecinos sino de la reacción de los organismos internacionales que se suponen se ocupan del cumplimiento de estos derechos por parte de los estados. Si se dice que la diplomacia ha sido tibia, tibia ha sido la actitud de Naciones Unidas, abanderada de este tema. Ban Ki-moon, sectario general del organismo, recibió al presidente Maduro y a su canciller, con la misma sonrisa con que también se entrevistó con nuestra canciller.
La reflexión sobre estos y otros hechos que han sucedido no solo en Colombia sino en el mundo, llevan a pensar que al paso que vamos en el 2015 se puede afirmar que se está desdibujando el cumplimiento de los derechos humanos por parte de los diversos países. Como las Naciones Unidas son realmente un foro de presidentes, la conclusión dolorosa a la que se puede llegar es que precisamente para las autoridades de las naciones del mundo los derechos humanos son más un discurso que un compromiso real. Por ello los derechos humanos están en Jaque, para usar el eslogan de un programa de debate en Colombia.
E-mail [email protected]
