Para nadie es un secreto que en Colombia la salud en la década de los 80 estaba mal y necesitaba medidas para controlar la crisis, por lo cual, se aceptó por medio de la ley 100 de 1993, que el sector privado administrara los recursos públicos de la salud y el sector público se convirtiera entonces en el “regulador”, esto con el fin de maniobrar la crisis de la salud en ese entonces, ley de la cual fue ponente y precursor el expresidente Álvaro Uribe Vélez quien defendió su propuesta cabalmente, puesto que, según éste, dicha ley mejoraría la eficiencia y la calidad de la salud, pero la realidad es completamente distinta, ya que, gracias a esta absurda ley, la salud dejo de ser un derecho para la ciudadanía, para convertirse en un negocio financiero de unos pocos a costa del sufrimiento y el dolor del pueblo colombiano, la ley 100 de 1993, no es la ley para la salud de los colombianos, sino para el negocio financiero de las EPS, por consiguiente, a raíz de esta absurda ley los pacientes de la salud dejaron de ser pacientes, para convertirse en clientes y usuarios de las EPS.
El desastre de la salud en Colombia es la estructura de la ley 100 de 1993, que trae consigo, niveles de corrupción altísimos, medicamentos muy costosos, colapsos financieros, relaciones laborales desiguales dentro del sector ,además el sistema de la salud cada vez demanda más recursos y al no tener un control serio por parte del estado, las EPS aprovechan para sacarle plata al sistema y generar mayor utilidad, poniéndole barreras al usuario, contratando muy barato y cada vez peor los servicios para ahorrar dinero, todo esto se traduce a que hoy en Colombia las personas se mueren de males que la medicina sabe curar, la solución no está en poner más dinero en las bolsas de las EPS, puesto que, van a seguir quedando en manos de los corruptos, la solución no es rescatar las EPS sino acabarlas, son una plaga que debieron ser exterminadas hace mucho tiempo, porque para nadie es un secreto que las EPS han matado más personas que el mismo conflicto armado colombiano, es inaceptable pretender rescatar a los causantes del daño y no pensar en la salud de los colombianos, estamos hablando del derecho a la vida, derecho que fue convertido en un negocio gracias al modelo neoliberal de Álvaro Uribe Vélez .
¿Cómo funciona entonces el sistema de la salud hoy en Colombia?, pues bien al día de hoy hay unos señores privados que se llaman EPS, a quienes en una bolsa se les hecha el dinero del régimen subsidiado y contributivo, y estos señores empiezan a repartir el dinero de la bolsa, a las IPS las cuales les prestaron los servicios, siempre pensando en que les debe quedar dinero en la bolsa , y que cada vez les toque más, por consiguiente, se convirtió en pan de cada día que las IPS se quiebren debido a que las EPS no les pagan y glosan el dinero que después es depositado en cuentas extranjeras para los accionistas, mientras los hospitales y clínicas se quiebran sin recibir ayuda alguna del estado, puesto que, al estado lo único que le interesa es mantener el sistema tal y como está, por ende, las EPS continúan apropiándose inadecuadamente de los recursos públicos, puesto que, las UPC terminan quedando en manos de privados y los organismos de control quienes deberían ponerle freno a las EPS no lo hacen, puesto que, todos están untados de este negocio, todos están bebiendo del mismo plato, a costa del sufrimiento y la muerte de los colombianos. El dinero de la salud es público y no debe quedarse en manos de los privados, puesto que, si usted hoy en Colombia no tiene un carnet que acredite que usted aporta a la bolsa de las EPS, esta jodido porque no tiene acceso a la salud, lo que se propone es que se acaben esas bolsas con dueño privado y se administré públicamente, porque, esas bolsas hoy en día no tienen control, cuando se les entrega el dinero a esos monstruos de la salud se convierten en dineros propios sin ningún tipo de mediación y vigilancia por parte de los organismos de control.
Los medicamentos comunes se han convertido en una utopía de este sistema, con un POS pobre y deficiente que no satisface las necesidades del pueblo colombiano, pero aun teniendo presente el estado colombiano todas estas atrocidades, todas las medidas del estado apuntan a proteger y mantener el sistema; más o menos lo que se recoge en Colombia entre el régimen subsidiado y el régimen contributivo, son 28 billones de pesos, pero las EPS insisten en que deben ser 34 billones de pesos para solucionar los problemas de la salud, al sistema le hacen falta entonces 6 billones de pesos, por lo tanto, cada vez más las personas tienen que poner plata de su bolsillo, pero aún así el sistema no funciona, el sistema no necesita ser rescatado, necesita ser acabado, es ridículo pensar que inyectarle más dinero a las EPS es la solución. Lo que se debe hacer entonces, es garantizar la salud sin intermediación, porque un gerente de una EPS solo sirve si genera ganancias a costa de la salud de sus afiliados, y es que un gerente de estas empresas al fin del año no le pregunta cuántas vidas salvo, sino cuánto dinero gano para sus accionistas.
Los colombianos necesitamos gozar de la salud en condiciones y medios de vida permanentes y no solamente el derecho hacer atendido cuando se está enfermo, Colombia necesita un modelo de salud diferente, donde el estado proteja , garanticé y respete el derecho a la salud , sin regímenes subsidiados ni contributivos, sino derecho de ciudadanía que no esté atado a la capacidad de pago de las personas, por el hecho de ser ciudadano colombiano el estado tiene que garantizar la salud sin intermediación financiera, de privados que estén extrayendo ganancias a través del dolor y el sufrimiento de sus pacientes. Hay que tomar medidas ya, y no seguirle pasando el dinero a las EPS, porque los hospitales hoy están en crisis gracias a las EPS que no les pagan, no se puede premiar a las EPS por lo que se robaron, inyectando más dinero para que hagan con la salud un negocio millonario, mientras la población colombiana queda desprotegida padeciendo las consecuencias de la absurda ley 100 de 1993.
“Los colombianos creen que no aportan ningún dinero para la salud del régimen subsidiado pero en los impuestos de lo que consume está usted aportando, para la salud aportamos todos, por ende, debe ser para todos sin excepción alguna, todos ponemos, todos hacemos así que no se haga el indiferente, el de la vista gorda”.
