Vivir en Rosales es un privilegio. Secuestrar a alguien en Rosales es un crimen. ¿Qué vamos a hacer con la superioridad moral de poder notar el crimen y la ignorancia?
Ni en cuarentena para el matoneo en redes al personal de la salud, los campesinos y las personas de bajos recursos que parece caracterizar a los colombianos
"Nos dicen homofóbicos por no aceptar el matrimonio igualitario, se burlan porque vemos un sacerdote y le pedimos la bendición, nos critican por postrarnos ante Jesús"