Muchas de las aplicaciones usadas para dar clases y comunicarse con los alumnos tienen restricciones de edad, ¿ahí qué?, ¿quién da una directiva sobre qué hacer?
No hay que hacernos los bobos, en el fondo su problema es el mismo que el de la presencial: todavía no se le ha dado la importancia que realmente merece
Este proceso puede llegar a ser posible en Colombia; sin embargo, si se tienen en cuenta los desafíos que plantea, se infiere que puede tardar en concretarse