Valoramos más los amigos, el silencio, los vecinos, el zoom, buscamos los gurús, somos más conscientes del tiempo, intensificamos relaciones, y pensamos en la muerte
Ante la avalancha de intromisiones en WhatsApp me inventé una metodología que me ha dado mucho resultado, responde a normas de respeto, buenas maneras y se la comparto
El chat nos ha vuelto cobardes, egoístas, desatentos… atrofió esa cualidad tan humana y necesaria que es poner la cara, ahora solo sabemos poner un chat ¡qué tristeza!