La carencia de compañía puede acarrear consecuencias directas para la salud como afecciones mentales, alimentarias y hasta cardiacas. ¿No debería el Estado hacer algo?
No se han infectado, pero mueren de corazón roto. El encierro, la crisis económica y el dolor de perder a los que más quieren han hecho a muchos perder el control
Viajó a EEUU sin plata y sin idioma, movida por su obsesión por el cine y todo fue frustracion. Las cartas que envió desde alli forman parte de Correspondencia, publicada por Planeta