En medio de la crisis política, las consultas a brujos han aumentado. Algunos van por curiosidad; otros, por no tener dinero suficiente para ir al médico
Contra la pandemia batallan en silencio otros acercamientos a la salud, que le permiten a la gente aferrarse a la fe, la esperanza en lo popular, lo ancestral o lo divino
¿Prima el derecho de la ciudadanía a estar informada sobre un producto que puede afectar la salud frente al derecho a la buena reputación de una firma particular?
La gente actualmente prefiere creer en las explicaciones de la naturaleza antes que en los medicina científica. Pero ¿el problema es la medicina o que no le creemos al médico?