Desembalsar la presa para corregir las fallas podría ser la riesgosa solución que no se ve, y menos con los líos legales kafkianos construidos por el alcalde Quintero con sus demandas
Medellín cada vez está más polarizada y nada bueno resultará de esto, más cuando los desaciertos del alcalde y el contrapeso de unos revocadores radicalizados no ayudan