Quienes soñamos una paz estable y duradera hemos sido defraudados. Yo no luché por una paz reducida a un Nobel, curules ornamentales o foros de salón en Europa
En este mundo que llamamos de posguerra, del posconflicto, ¿cuál paz en Israel, Siria, Libia, Egipto? ¿Cuál paz en Cuba? ¿Cuál paz en Venezuela? ¿Cuál paz en Colombia?
Su santidad llega a una nación cuya clase política en buena parte hiede, y debe saber que esas malas reses harán lo posible por reencaucharse a su sombra y de la paz