Un excombatiente de las guerras de Villarrica, curtido de contar historias, aún conserva el discurso eterno de los Cuindes y la utopía de conquistar la paz
Hacia junio de 1955 cerca de 300 familias huían por las montañas de Manzanita. Eran unos mil campesinos indefensos que murieron de hambre y ametrallamientos